Numerosos refranes abundan en una idea negativa de la pereza : "Pereza no es pobreza pero por ahí se empieza" o "Si quieres ser dichoso nunca estés ocioso" son dos de ellos. De igual modo los sinónimos de perezoso suscitan una descalificación de quienes practican la pereza, como si de un pecado se tratase: vago, holgazán, flojo, gandul, zángano, haragán. Tal valoración peyorativa se extendió a nuestro hábito de dormir la siesta, considerándolo como una muestra peculiar de la pereza. Sin embargo la han practicado personajes tan decisivos en la historia y tan ajenos a lo español, como Napoleón, Churchill o Einstein. También empresas del mundo oriental están facilitando a sus empleados media hora de siesta, como parte de su horario laboral, por considerarla un descanso reparador. Esa fue su significación primitiva en la norma que San Benito introdujo en los monasterios medievales: el descanso de los monjes a mediodía, durante la hora "Sexta", de donde históri