Está volviéndose cada vez más difícil, disponer de la calma y el tiempo necesarios para hablar pausadamente en un mundo tan frenético y vociferante. El entretenimiento de las pantallas y el consumo de los objetos absorben además gran parte de nuestra atención. Y sin embargo, los humanos nos definimos en el universo animal, como seres parlantes, siendo el habla la materialización individual de los pensamientos y el elemento central de conocimiento y relación con la realidad y con los otros. Nos preguntamos si en esta ardua y genuina actividad humana, pudiéramos ser a la vez hablantes y oyentes. ¿Cómo sucede y qué nos reportaría este hablar con uno mismo?. Una cierta creencia popular no ve con buenos ojos el hablar solo, incluso lo califica  como síntoma de locura. Efectivamente en la esquizofrenia puede presentarse un hablar a solas, como respuesta apremiante a las alucinaciones auditivas que suelen padecerse en esta psicosis. Otra forma patológica de hablar solo, más extendida que ...