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¿ CÓMO NOS AFECTAN LOS SENTIMIENTOS DE CULPA ?.

El vocablo SCHULD del idioma alemán significa tanto culpa como deuda y pecado. En español es el término DEUDA, el que puede recibir igualmente los significados de culpa y pecado, en la tercera acepción del diccionario de la RAE. Esta semejanza en ambas lenguas, nos advierte de la conexión existente entre los tres términos. En un primer apunte, podríamos expresar esta relación. admitiendo que el sentimiento de culpa se produce cuando se obra contra la moral establecida, lo que se califica como pecado y se juzga como merecedor de castigo.


La culpa individual es una noción de la que no cabe hablar con  propiedad, durante el periodo de la Grecia arcaica : Homero no poseía el concepto de voluntad personal. Los héroes de la epopeya griega cometían errores fatales siempre a su pesar, sobrepasados por fuerzas sobrenaturales o instigados por los dioses, frente a los que no podían hacer nada. Para el filólogo alemán del siglo pasado Bruno Snell "la mala conciencia es un estado de ánimo que descubrió Eurípides en sus tragedias y que ya presuponía un alto grado de reflexión sobre sí mismo". Fue pues en los textos de aquellos autores teatrales, donde el hombre no apeló ya a la divinidad como causa de sus actos, aceptando ser el agente de su propia conducta: "En esta época se produce una interiorización de la conciencia de culpa y se atisban términos para expresarla, sea como escrúpulo de incurrir en ella, sea como remordimiento por la culpa ya contraída"  escribe el antropólogo y académico irlandés Eric Robertson Dodds.


Algunas religiones ponen el hincapié del examen ético, al que la culpa nos remite, en un juicio final acerca de la vida en su totalidad.  La escatología egipcia sostiene la existencia de un juicio después de la muerte, donde las acciones realizadas por los hombres durante la vida serán valoradas mediante su pesaje ante un tribunal divino: el titulado psicostasis, tan reiterado en su iconografía. En tiempos del Imperio Nuevo, este "pesaje de las almas" se encuentra descrito en El libro de los Muertos. Tras defender el propio difunto su inocencia de toda clase de pecados, Anubis, el dios guardián de la necrópolis, procede a colocar el corazón del muerto, que simboliza sus obras, en el platillo de una balanza y en el otro está la pluma que personifica a la diosa Maat, representante de la verdad y la justicia. Del resultado de este pesaje, dependerá el juicio de inocente o culpable del fallecido, con el consiguiente destino de premio o castigo final.

Para el cristianismo, ya desde el tiempo de los profetas, se anunciaba que Yahveh, en el fin del mundo, sometería a juicio a toda criatura. El último libro de la Biblia lo escenificará : "Temed a Dios y dadle gloria porque ha llegado la hora de su Juicio"( Apocalipsis 14,8). Y aunque cada uno será condenado por sus pecados, San Pablo, en la Epístola a los Romanos,  señalará que " por un solo hombre entró el pecado en el mundo" y " por el delito de uno solo murieron todos". Para afrontar el sentimiento de culpa que el pecado personal pueda causar, la Teología Católica instituyó la Confesión. En cuanto al pecado "original", causado por la desobediencia de Adán y transmitido a todos los nacidos, será el Bautismo el sacramento que lo borre.


En "La genealogía de la moral " publicada en 1887, propone  Nietzsche que el significado de culpa procede del concepto de "tener una deuda", según la visión que el filósofo tenía acerca del desarrollo del sentimiento de justicia en la humanidad. Quien causaba un perjuicio merecía una pena, que al principio estuvo determinada por el grado de cólera que padecía el afectado : era una forma de venganza. El dolor que debía padecer el causante o la pérdida de su libertad, era la compensación para el acreedor que había sufrido el perjuicio. Desde esta óptica el culpable seguía siendo un deudor, puesto que no devolvía " realmente" la deuda, violando así el acuerdo existente. ¿ Acaso el dolor que se sufría, restituía el daño causado?. Esta supuesta compensación solamente se explica por el goce que el  sufrimiento del infractor producía al acreedor :"La crueldad constituye en alto grado la gran alegría festiva de la humanidad más antigua"."Sin crueldad no hay fiesta. Así lo enseña la más larga historia del hombre y también en el cumplimiento de la pena hay muchos elementos festivos" escribe Nietzsche en la citada obra.


El Psicoanálisis de Freud señala la omnipresencia de la culpabilidad inconsciente, cuyo primer origen se sitúa en una angustia ante la autoridad. Posteriormente esta angustia se producirá ante las demandas del super-yo, instancia intrapsíquica heredera de las exigencias de la moral. La culpa equivaldría al peso interior que recae sobre la conciencia personal del responsable de una trasgresión. Manifestaciones derivadas de esta culpabilidad aparecen en las obsesiones neuróticas, en el autodesprecio melancólico, en la inconsciente resistencia ante la proximidad de la curación, en el derrumbarse que a veces surge cuando se está a punto de la satisfacción o incluso en conductas delictivas que parecieran  demandar un merecido castigo. En definitiva, estos indicios clínicos  constituyen la confirmación de la existencia de un masoquismo  moral vinculado al sentimiento de culpa. "De manera directa no se puede hacer nada contra el sentimiento inconsciente de culpa, tan solo se puede indirectamente poner poco a poco al descubierto sus fundamentos reprimidos inconscientes, con lo cual se muda por un sentimiento consciente de culpa" escribirá en "El Yo y el ello ".


Entre 1866 y 1867 el escritor  Fedor Dostoyevski publicó por entregas en la revista "El mensajero ruso" su novela "Crimen y castigo", considerada una de las novelas más influyentes e internacionales de la literatura rusa. Rodia, personaje principal de la novela, cree que es una buena acción matar a la usurera que obligaba a los estudiantes a malvender sus joyas para poder así vivir. Piensa también que hay seres humanos superiores, entre los que él mismo se considera, que tienen derecho a cometer crímenes por el bien general de la humanidad. Con estas ideas planea matarla convencido de que ello es lo justo, incluso su deber. Cuando finalmente realiza el crimen su propia mente, no sólo le hará dudar y cuestionárselo, sino que sufre de extravíos y delirios: el crimen lo deja en un estado de gran confusión. Atraviesa un calvario en el que es su conciencia la que le castiga, al punto que intentará por todos los medios expiar su culpa. Muestra una mente lúcida a la vez que perturbada, obsesionado por el acto cometido. Preso de la ansiedad y los remordimientos, llega a reconocer que no pertenece a la clase superior sino que él es del tipo de hombres inferiores que tanto aborrece. Acabará entregándose a la autoridad, pese a no existir una prueba concluyente que le inculpe.


Hasta 295 letras de canciones sobre la culpa y el arrepentimiento hemos encontrado en la web letras.com, estando referidas la inmensa mayoría de ellas a las relaciones en pareja. Reproduciremos algunos párrafos de la canción " La culpa" del rapero C.Tangana, que ha alcanzado más de 14 millones de visualizaciones en YouTube desde su aparición : " A cualquier juez yo le puedo mentir, a cualquier guardia puedo camelar, pero cuando tu me miras así yo me quiero matar. Este camino tuve que elegir, a cualquier precio hay que sobrevivir, pero en las noches no puedo dormir viéndote sufrir. Porque tengo la culpa, porque la culpa es mía, porque las fatiguitas que tú has pasado no las merecías. Qué difícil es volver sobre mis pies querer pedir perdón y saber que no me crees.  Que difícil es agachar la cabeza, reconocer la falta, cumplir las promesas. Qué difícil es aceptar mi torpeza y poner las cartas sobre la mesa".


Entre el 18 y el 21 de Septiembre se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de  Madrid el Festival de la Ideas. Será "un lugar en el que pararse a pensar, un lugar de diálogo y de escucha". El prestigioso jurista Javier Moscoso, comisario del encuentro, plantea ir más allá de la centralidad del sentimiento de culpa en la sociedad, estudiado por Freud en su obra "El malestar en la cultura". Así propone" una puesta en común de problemas del día a día y malestares contemporáneos, no tan ligados al sentimiento de culpa, sino al contrario, al orgullo de la víctima, a las razones de la miseria".

¿ Tan extendido está el victimismo, tan frecuentes las aplaudidas conductas sociopáticas de líderes o la habituación a las  guerras destructivas, que efectivamente se puede afirmar que ya no estamos ante el predominio central de los sentimientos de culpa?.


¿ Y TÚ QUÉ PIENSAS ?.   

 

 

  

  

Comentarios

  1. Empezando por contestar a tu última pregunta sobre la extendida reacción victimista a la culpa, la veo como la reacción a la falta de libertad durante la dictadura que nos llevó a un todo vale, a un dejar hacer lo que se quiera, sin tener en cuenta a quien se afecta.
    El manejo de la culpa y de la libertad por parte del poder, eclesiástico sobre todo pero también del civil y militar, es un elemento central y esencial en las sociedades, tanto mayor cuanto menos democráticas o más autoritarias: "Rusia es culpable" que se repetía hasta la saciedad en la rebelión franquista y vuelve ahora de nuevo tras lo de Ucrania. "Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa", del "Yo pecador", sublimado a su máxima expresión artística musical en el Requiem de Mozart (y otros) y en las Pasiones de Bach, en las que se teatraliza magistralmente la relación entre la culpa, el pecado que le precede y la piedad y el perdón que nos salva: "Qui tollis peccata mundi", "Erbarme dich".

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  2. Me dejaba en el tintero-e una breve alusión a la ausencia de culpa: es justamente lo que no siente un colectivo cada vez más numeroso de nuestra sociedad: los psicópatas. Y una vez más volvemos a la educación o su falta, pues está cada vez más claro que es la ausencia de formación en valores, en una ética civil ahora o moral religiosa de antes, el mejor de los criaderos de psicópatas.

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  3. MIGUEL Bróder de PEPUCHI ha comentado:

    Amigo Juan Luis, interesantísimo el tema que propones este mes.
    A continuación te remito lo que pienso al respecto.
    Alguna vez leí no sé dónde la siguiente definición: " la culpa es una emoción que funciona como un sistema de alarma interno que emana de la creencia o sensación de haber transgredido las normas éticas personales o sociales sobre todo cuando la conducta y omisión de la misma ha derivado en un daño o malestar a otra persona.
    El problema radica cuando esta definición se generaliza y se hace extensiva a toda la raza humana.
    Desde muy pequeño cuando alguien no actuaba bajo esas normas éticas siempre oía la misma expresión
    " bueno en su conciencia lo lleva " pero con la experiencia he llegado al convencimiento que dichas personas son las que viven más tranquilas y felices por una única razón: PORQUE NO TIENEN CONCIENCIA.
    Y yo me pregunto a mis 72 años y con una gran carga de esperanza : Cómo sería el mundo si absolutamente todos los seres humanos tuviéramos conciencia ?
    Indiscutiblemente estaríamos infinitamente mejor en una situación próxima al paraíso donde habría más PAZ, más AMOR, y sobre todo más JUSTICIA SOCIAL.
    Y al llegar aquí me desperté.
    Un abrazo.

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  4. MIGUEL GARRIDO Profesor de la Facultad de Psicología ha comentado:
    Deuda, Pecado y Culpa… uno es un débito, otro un juicio y el último un sentimiento. Que interesantes reflexiones sobre un tema central para la vida y para el trabajo terapéutico. Que razón tienes cuando hablas de la culpa como un tema no individual. Desde el yo al superyo como lo explico muy bien el psicoanálisis se gesta la moral y los mejores sentimientos humanos. El sentimiento de culpa sano ayuda a construir una sociedad mejor. Sin embargo sabemos que muchas personas sufren de sentimientos de culpa exagerados y otros ni los conocen o como decía el propio Freud son tan grandes que los pasan al registro inconscientes. Entre sumos sacerdotes de la culpa y psicopatas sin escrúpulos andamos tratando de organizar la sociedad. Tu artículo nos ayuda a repensar un tema fundamental para la salud personal y colectiva. Que interesante como nos explicas con Homero no tener voluntad personal y atribuirlo todo a los dioses… es precisamente lo que le pasa a las masas indiferenciadas del yo. Vivir sin conciencia es muy peligroso… y es cómodo para las instituciones sin conciencia aumentar las culpas de sus dependientes sin personalidad. Me parece muy interesante el concepto de deuda que comentas con Nietzsche. Sentir culpa, aceptar la responsabilidad y reparar el daño son partes importantes de los procesos de crecimiento. En los tiempos que vivimos no debemos olvidar que desde la filosofía, la sociología y la psicología, ya se sabe hace mucho tiempo que una sociedad sana no anda proyectando en los otros el malestar en la cultura, sino
    aceptando los errores, diciendo “lo siento” a las víctimas y reparando el daño. Si no es así seguiremos eternamente repitiendo los circuitos de la violencia y negando nuestras responsabilidades. Muchas gracias Juan Luis por tu recorrido por un tema central para nuestras vidas. Buen verano. Miguel GF

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