Lo primero que observamos es la extensión y difusión de las mentiras. Otro aspecto a tener en cuenta es la diversidad de los agentes que las originan: individuos, grupos, instituciones o estados. Constatamos también las múltiples formas en que se presentan : bulos, engaños, infundios," fake news"... siendo internet y la redes sociales su vehiculo preferente y multiplicador.
Nos preguntamos si los mitos, los sueños, las leyendas o la ficción en general se pueden catalogar como mentiras por no ajustarse a lo que consideramos realidad en un sentido estricto.
El 9 de Enero de 1993 el falso médico Jean-Claude Renan asesinó a toda su familia : esposa, dos hijos de 5 y 7 años y padres. No había terminado Medicina y a base de mentiras, durante 18 años, se construyó la identidad de médico, formó una familia y mantuvo un buen número de amigos. Antes de que aquel entramado de falsedades se viniese abajo y no pudiendo afrontar entonces las reacciones de sus familiares, los asesinó. El escritor francés Emmanuel Carrere noveló en " El adversario " esta trágica historia de los engaños de un impostor.
Las mentiras acerca de que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva en Irak y que además colaboraba con el terrorismo que perpetró el atentado de las Torres Gemelas, justificaron la invasión de Irak con las trágicas secuelas que aún persisten. Fué toda una atroz fabricacion de pruebas falsas por parte de la Inteligencia estadounidense, presentadas ante el mismo Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Durante la pandemia, el escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel publicó "Una historia de la mentira". Todos los periódicos nacionales hicieron reseñas y comentarios a este ensayo que presentaba una consideración peculiar sobre nuestro tema. Plantea este doctor en Filosofía si la mentira es consustancial a nuestra época o a todas. Afirma que desde que el homo sapiens comenzó a producir la mínima unidad de conocimiento, necesitó sustituir lo real por una imagen mental.
Esta creacion de la mente humana podiera ser equiparada a una mentira por la captación, siempre insuficiente, que hacía de la realidad. Propone descubrir qué verdad esconden todas las mentiras que el hombre se ha contado desde siglos ya que, por definición, los relatos no son la realidad sino una sustitución de la misma.
El abordaje de las mentiras podemos hacerlo desde el concepto de verdad, al que la mentira se contrapone. La expresión de "filósofos de la sospecha" fué acuñada por Paul Ricoeur en 1965 para referirse a tres pensadores del siglo XIX: Marx, Nietsche y Freud. Para el filósofo francés estos autores abordaron la falsedad escondida bajo los valores ilustrados de la verdad. Marx desenmascara la ideología como falsa conciencia, Nietsche cuestiona los falsos valores y Freud pone al descubierto los disfraces de las pulsiones inconscientes. Los tres tienen en común la denuncia de las ilusiones y de la falsa percepción de la realidad pero también la búsqueda de una utopía. Su común sospecha se dirige al lenguaje que no puede sino aproximarse a decir lo que las cosas son.
El columnista del New York Times Seth Stephens-Davidowitz publicó en Mayo de 2017 el ensayo : " Todo el mundo miente " en el que se pregunta quienes son hoy los crédulos, a la luz de los "big data" que proporciona Google, al que califica como el gran confesionario del siglo XXI .
Tinder, la plataforma global de citas on line desde hace una década, reconoce: "En este tiempo hemos descubierto que todos mentimos : ellos con la estatura y el salario, ellas con la edad".
En su última novela: " Los hermanos Karamazov ", escrita en 1880 escribía Dostoyevski " El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras llega a no saber lo que hay de verdad ni en él ni en torno de él ". ¿Cuan extensa y actual nos parece esta aguda observación del escritor ruso.?
Estamos en plena era de la desinformación donde podemos dar por cierto un hecho falso y por falso otro cierto gracias, entre otras cosas, a una sofisticada tecnología para poder falsificar imágenes y textos.
¿ Cómo encarar esta incredulidad creciente que se extiende a la misma ciencia ya que, a fin de cuentas, esta se mueve por hipótesis que se desechan cuando se encuentra otra mejor?.
Tan sólo con el arte suspendemos el recelo de la incredulidad, dado que ante las creaciones artísticas no se suscita la cuestion de la mentira.
Encontramos en Internet aplicaciones reconocidas que se proponen descubrir las falsedades de las noticias que se difunden. Incluso existe una brigada antibulos en Europa. En esta misma línea el secretario General de las Naciones Unidas, con ocasión de la desinformación sobre el COVID-19, difundió la iniciativa VERIFIED donde participaban personas en quienes se podía confiar por poseer una información certera y rigurosa.
¿Acaso sucede que lo que buscamos es que nos den la razón en aquello que pensamos o que nos gusta y elegimos las noticias y los medios que refuerzan nuestro parecer?.
¿Aparece como inalcanzable en este contexto de mentiras un horizonte de verdad ?.
¿ Y TÚ QUÉ PIENSAS ?.
La mentira es lo contrario de la verdad o de la realidad ?
ResponderEliminarCreo que hay mentiras necesarias y útiles como son los mitos religiosos que ayudan a sobrellevar la ignorancia absoluta del porqué de la existencia tanto humana como, en general del universo. También ayudan a cargar con nuestras desgracias y frustraciones.
EliminarComo bien expones en tu reflexión, hay muchas clases de mentiras y todas responden a unos motivos concretos pero que se resumen en la necesidad de supervivencia, bien como individuo, bien como naciones, bien como sociedad anónima.
La mentira es la defensa ante la agresión de los otros, sea está real o imaginada. El poderoso inventa mentiras para justificar su agresión al débil, agresión que nace de su miedo a ser ninguneado por los demás.
Muy de acuerdo
EliminarOpino que la mentira es inevitable. Porque ¿qué es la realidad?Es bastante posible que un mismo hecho sea percibido de distintas formas según el observador. Incluso en las leyes físicas. Por otra parte, opino que tendemos a tomar como verdadero aquello que encaja mejor con nuestra manera de ser de opinar o con las propias creencias. Obviamente vivimos hoy día en una global nube de mentiras. ¿Qué hacer para no volverte loco? TAL vez dudar siempre sea más sano que creer cualquier cosa que oigas, leas o difundan los mas-media. La duda como método opino que es lo menos malo.La gran mentira está instalada desde siempre en el propio ser humano.
ResponderEliminarTras esta magífica revisión sobre la mentira, tomo nota y aplicaré algunos de sus aspectos a mis escritos al respecto.
ResponderEliminarSin embargo, yo clasificaría las mentiras en 3 categorías:
1. Las blancas, que no hacen daño y si acaso producen beneficios (como las de las Artes, plasticas o escritas; aquí podríamos incluir el pensamiento de García Marquez en su autobiografía: "la historia es lo que uno cree que sucedió").
2. Aquellas de las que se obtienen un beneficio ilegítimo (como las políticas o económicas). Estas son las que hay que perseguir y penalizar.
3. Las dudosas (como las de las religiones).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY el octavo mandamiento : no mentirás.
ResponderEliminarLas mentiras han existido, existen y existirán siempre. Tenemos que tener los filtros siempre limpios para detectarla y que no nos influyan.
Es la herramienta que el ser humano tiene para intentar cambiar la realidad en su beneficio y conseguir sus metas, ya sea poder, prestigio... o amor.
Como Dostoyevski, pienso que en esta edad de madurez en la que nos encontramos donde casi todos los objetivos están alcanzados o abandonados, el mayor peligro de la mentira es la que nos podamos hacer a nosotros mismos.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
MIGUEL GARRIDO FERNÁNDEZ Profesor de la Facultad de Psicología de Sevilla ha comentado:
ResponderEliminarEstupendas reflexiones y lecturas sobre la mentira. Para los que nos hemos formado en Psicoanálisis, y en los modelos humanistas, sobre todo sistémicos y constructivistas es un tema apasionante. Lo más llamativo es cómo se puede matar en nombre de la verdad. La lucha por el poder siempre lleva la bandera de la verdad y los demás son “infieles”. Siempre recuerdo el libro de Emanuela “Como detectar mentiras”. Uno de los grandes de la investigación sobre la Comunicación No Verbal hizo este libro para la policía. Siempre digo a mis alumnos/as que nosotros los terapeutas no somos policías. Nuestros pacientes nunca mienten, pueden ser incongruentes y esto produce sufrimiento. Tu artículo está lleno de finas reflexiones que nos retrotraen a nuestros estudios de filosofía. En un mundo donde la imagen es lo prioritario cómo podemos fomentar la congruencia, la sinceridad y la aceptación incondicional de las personas. El amor productivo como decía E.From supone conocimiento, responsabilidad, cuidado y respeto sobre todo. Nadie tiene una verdad absoluta y si la tiene o cree tenerla puede compartirla pero no imponerla. Un gran problema es la actuación en nombre de la verdad o en nombre del inconsciente. La evasión de la responsabilidad es más importante que la propia verdad. Además las “buenas personas” saben perfectamente quien utiliza las mentiras y para que. Las personas humildes, no Pre-potentes se pueden equivocar pero no utilizan los engaños para obtener beneficios a costa de los más débiles. También me parece interesante reflexionar sobre los “auto-engaños” en nuestro campo terapéutico y sus funciones para el equilibrio mental. Es apasionante cómo seguimos luchando para mantenernos íntegros en un mundo tan virtual, de apariencias y cambiante. Gracias por tu reflexión.
Libro de P. Ekman, Como detectar mentiras.
PACO, el padre de ORESTE comenta:
ResponderEliminarHola Juan Luis: ¡qué buena es tu reflexión y que bien llega en estos momentos! pienso que la mentira construye una verdad deseada para quien la difunde. Muchos relatos históricos que nos han enseñado en las escuelas son mentiras, pero el Rey o el señor que pagaba al escribano ponía sus condiciones y el mismo escritor tenía que vivir o morir. Este es el dilema para los constructores de mentiras vivir o morir, seguir viviendo bien o pasar a ser un desconocido, y después qué ¿de qué viviré? La mentira es parte del producto interior bruto de los países, su pasado contado con leyenda casi todas falsas se ha convertido en un atractivo ¿para quien? para el consumo de tantos turistas que pululan por el mundo disfrutando con la mentira. Me pregunto ¿han conseguido su fin?.
La importancia y catadura moral que yo le doy a la mentira sería realmente la de su finalidad y consecuencias. Así pues caben ahí toda la gama de actos humanos posible desde las mentiras necesarias como la religión , a las mentiras infames como la de las armas químicas en Irak que comentas o las mentiras grandiosas como la de “el cine”.
ResponderEliminarPor otra parte veo un paralelismo entre la mentira y la enfermedad mental , pues la enfermedad mental básicamente se define como “la vivencia de una realidad diferente al del resto de tus congéneres” y así pues vivir una “mentira”. En ese sentido pienso que el resultado de tantas mentiras que llegan a nosotros a través de internet no hace más que eso mismo , crear una sociedad más enferma.
Gracias por tu trabajo altruista.
OCTAVIO FERNANDEZ Pintor- retratista sevillano comenta:
ResponderEliminarLa respuesta a tu propuesta de hoy, como yo la veo, no tiene límite, considerando todo lo que se ha escrito a lo largo de la historia, y oído y vivido en la actualidad. Cuando pienso en este tema, lo dejo, porque considero que estoy perdiendo el tiempo, como ahora.
Para ser breve, creo que la mentira es congénita al ser humano en sus diversas variantes que no voy a enumerar porque son infinitas. En general es un mecanismo de defensa ante situaciones que te afectan positiva o negativamente, tanto a nivel personal como a instituciones, información, contenidos históricos, etc., no existen escrúpulos para mentir, ni cuando ni donde, independientemente del daño que puedas causar a terceros a nivel individual o a nivel mundial. La Historia de la humanidad creo que está basada en la mentira permanente de todos y cada uno de los seres humanos que pueblan la tierra.
Ya sabrás que cuando Juan y Pedro hablan son seis personas las que hablan, ¿ sabrías decirme quién dice la verdad ?.
Acabo y me atrevo a preguntar, Juan, ¿cuál es la verdad, lo que pienso o lo que acabo de escribir ?.
MANUEL OSUNA comenta:
ResponderEliminarVivimos en un mundo con tal cantidad de información, con matiz interesado de donde proceda, es prácticamente imposible discernir su veracidad.
En la mayoría de los casos ajustamos la información a nuestra comodidad, buscando en los medios, aquella que más se ajusta a nuestros intereses personales, desechando incluso, la que tiene más visos de verosimilitud.
Las falsificaciones no dejan de ser una mentira artística…
En resumidas cuentas, vivimos rodeados de mentiras …
JOSE MARIA ROMERO Profesor de filosofía y Teólogo ha escrito:
ResponderEliminarLa mentira
Hay una verdad en la mentira. Nos despersonaliza y despersonalizamos a los demás.
La mentira no es el error. La mentira supone la intención de engañar al otro u otra. Mentir es decir o dar a entender lo contrario de lo que se cree, se sabe o piensa.
La mentira no facilita la vida. Al contrario, necesitamos seguir mintiendo para disimular nuestra primera mentira, como bien advirtió Nietzsche. Al necesitar la memoria de lo que hemos dicho, la confusión mental está garantizada.
“¿Por qué la mayoría de las veces los hombres, en la vida diaria, dicen la verdad? Seguramente no es porque un Dios haya prohibido la mentira. Sino que es, en primer lugar, porque eso es más fácil, pues la mentira exige invención, disimulo y memoria”. Nietzsche, Humano, demasiado humano.
En la mitología griega Zeus envía una piedra al palacio de su hijo Tantalo donde muere porque le ha mentido.
En Los Hechos de los Apóstoles san Pedro provoca la muerte de Ananias porque le ha mentido.
La mentira va directamente contra el espíritu de humanidad.
La mentira nos acerca a la maldad, falsea el espíritu humano. Conduce al fascismo y al nazismo.
Por eso, conviene que cada ser humano aprenda que en nuestra actitud interior se halla la esencia de nuestra libertad.
También de acuerdo con esta perspectiva.
EliminarVivimos en la cultura de la mentira. Estamos empeñados en una lucha con lo que no perdura (muerte), como es una lucha inutil desencadena miedos. Buscamos la seguridad en el DINERO, LAS IDEALOGIAS, LOS MITOS, LAS CREENCIAS, etc. y nos mentimos continuamente. Instalados en el neoliberalismo destructor y salvaje (la religion del MERCADO) pretendemos identificar lo que ES con lo que HAY... El TENER SUSTITUYENDO AL SER. Nos refugiamos en idolos, creencias y consumo. .
ResponderEliminarLas mentiras incluso la llamada mentira piadosa son necesarias para las relaciones humanas. Hay que huir de las personas que presumen de que dicen siempre la verdad. Sueltan mandobles a diestro y siniestro y hacen más daño que otra cosa. La sociedad necesita confiar en la verdad porque no se puede vivir permanentemente y en toda circunstancia en la mentira. El mundo sería ingobernable pues necesitamos unos referentes ya sean personales e instituciones en los que confiar ¡Iluso de mí! he llegado a pensar en el pasado que los medios de comunicación eclesiásticos podrían cumplir esta misión en la sociedad puesto que no estaban en la lucha política diaria, pero me equivocaba garrafalmente. Han tomado partido ¡y de qué manera!
ResponderEliminarPor otra parte, la certidumbre se hace cada más necesaria, dada la complejidad del mundo y la cantidad abrumadora de mentiras que circulan, pero a la vez ¡es tan difícil tener criterio acertado sobre las decisiones políticas de los gobernantes!
VICTORIA NARANJO Auxiliar de Clínica comenta:
ResponderEliminarQuerido amigo: Nos propones un tema de candente actualidad. En estos tiempos aciagos en el cual todos estamos inmersos por cuanto nos afecta. Creo que el ser humano se ha servido de ellas,"las mentiras", en todas las épocas y sociedades. Desde los Estados más dictatoriales, a los nacionalismos más extremos, desde los gobernantes más poderosos, a los menos. Me escuece ver y oír, como en nombre de la democracia se manipula la libertad en beneficio propio; ya sea: partidos politicos, individuos sectarios unidos a ideologías extremas. El uso criminal y contaminante de bulos y mentiras capciosa que nos lleva al enfrentamiento político y social de unos contra otros. Me preocupa no ya, las mentiras pasadas; estas son bien conocidas por todos, ya sea en el pasado reciente o por la historia más lejana. Esas mentiras ha lastrado al mundo con consecuencias catastróficas. Si no ésta época infestada de mentiras por intereses: económicos, políticos y de poder. A sí, que si la verdad va acompañada de progreso social, de proteger a lo débiles, de cuidar la dignidad de los mayores, etc.. . En definitiva, hacer del bien común una sociedad más justa, más humana; ahí creo que está la diferencia, entre lo real, y las fantasías de los individuos. Conciencia y justicia social que alivie el drama de la subsistencia de la humanidad.