En el año 2050 se prevé que las personas de más de 80 años representen el 11% del total de la humanidad. Existe una transición en todo el mundo hacia una estructura de población cada vez más envejecida. Y la vejez, que por su proximidad a la muerte siempre ha suscitado interés, en las circunstancias actuales genera aun una mayor expectación. La OMS señaló en 2002 que "la evolución del siglo XXI dependerá de cómo sepamos afrontar el aumento de la esperanza de vida".
El teatro griego de la Antigüedad muestra una doble imagen de la senectud. En la tragedia se destaca el valor de la sabiduría y se ve a los ancianos como depositarios de la memoria. Sin embargo, los autores de comedias denigran la mucha edad y se burlan del menoscabo de los años en el cuerpo y en la mente. También los dos grandes filósofos griegos discrepaban acerca de esta etapa de la vida. Para Platón, el liderazgo de la República debía reservarse a los ancianos que podían contemplar el bien y guiar a los ciudadanos hacia un grado superior de la humanidad. Sin embargo, la vejez para Aristóteles no es garantía de capacidad política y cree que la decrepitud física conlleva la espiritual y los descarta para ejercer el poder porque los ve como individuos disminuidos.
En la Antigua Roma el respeto que se concedía a los ancianos era absoluto como depositarios de la sabiduría, estando presentes en el Senado, que fue el órgano de gobierno por excelencia de la República. No ocurrió así durante el Imperio ya que el Senado pasó a un segundo plano. Respecto a los escritores de esta época, tanto Juvenal como Marcial, retratan a los ancianos de un modo cruel burlándose sobre todo de quienes pretenden aparentar una edad menor. Es de destacar, en sentido contrario, la conocida obra de Cicerón: "De senectute", donde escribe: "La vejez no es sinónimo de invalidez cuando se ha llevado una vida activa y noble". Exalta esta etapa como un momento de creatividad fructífera, si la disciplina por seguir aprendiendo y dando fruto se impone de manera sosegada y confortable. Es un elogio de la vejez de los nobles que pueden aspirar a una larga vida. Otro tipo de vejez es el que sucede en la vida de las personas humildes y aún peor la de los esclavos que eran abandonados en la calle al llegar a esta etapa.
Shakespeare en su poema dedicado a las edades del hombre incluía estos versos refiriéndose a la vejez: "Y su varonil vozarrón, otra vez tórnase atiplado como en la infancia".
Según Freud el pasado infantil permanece siempre en nosotros, es imperecedero. Con la edad los intereses amorosos tienden a ser retirados de nuestro mundo exterior y, disminuidos cuantitativamente, se inclinan por dedicarse al propio yo :"Los ancianos se vuelven narcisistas como los niños".
En el texto: "La Psicología normal del envejecimiento" del Grupo Psicoanalítico de Boston publicado en 1987, se señala la regresión como el fenómeno clínico más frecuente de este periodo de la vida. Consiste en un retorno a formas anteriores del desarrollo psíquico, en este caso se retrocede a esquemas de funcionamiento propios del periodo infantil. Es una operación defensiva inconsciente del individuo que para evitar la ansiedad, a través de esta regresión, retorna a un tipo de satisfacción narcisista propia de la etapa anterior. En los ancianos el predominio genital experimenta una disminución de diversos grados y a veces desaparece por completo y la regresión, con que se afronta esta pérdida, no es en sí patológica puesto que está destinada a mantener el equilibrio interior del yo, salvo que se extienda a todo el funcionamiento psíquico. Esta regresión se lleva a cabo de manera progresiva en el tiempo y depende también de los niveles de madurez alcanzados por cada individuo.
El médico-gerontólogo estadounidense Robert Butler creó en 1970 el concepto "viejismo" que significaba el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a las personas mayores, exclusivamente en función de su edad. Ese mismo año en Europa la escritora francesa Simone de Beauvoir escribía: "La vejez no es en sí misma, ni necesariamente, un problema, aunque parte del problema de la vejez sea que la tratamos como si lo fuera". Y el principal de los prejuicios responsable de considerar a la vejez en sí misma como problema, es el que equipara viejo con enfermo. Este prejuicio de considerar la vejez como una enfermedad, atenta contra la capacidad de cada individuo de hacer frente por sí mismo a las pruebas de su existencia biológica. Se ha creado una fuerte corriente de bio-medicalización del envejecimiento, haciendo aparecer que todos los problemas que ocurren en esta etapa son problemas médicos y que sólo tienen respuestas médicas, desconociendo los factores psicológicos y sociales que concurren. Los pacientes viejos con una excesiva concentración mental en su cuerpo, el cual es pensado como enfermo, no tienen en cuenta , otras ideas que no sean explicaciones biológicas, para entender su padecer. Ciertamente existe sin duda una vejez frágil, de ancianos con riesgo de sufrir incapacidades crónicas que requieren vínculos de ayuda de terceros a fin de poder poder desempeñar las actividades de la vida diaria.
Para el psico- sociólogo Leopoldo Salvarezza la edad ha dejado de ser un parámetro válido para comprender y conceptualizar la complejidad que suscita el envejecimiento, como situación subjetiva y social. Este pionero de un nuevo enfoque del envejecimiento escribe: "El tiempo del sujeto que envejece no sigue las agujas del reloj sino una temporalidad marcada con la historia de sus vínculos desde el inicio de la vida". La dependencia, la soledad o la enfermedad están presentes a lo largo de la vida, de un modo u otro, sin embargo se achacan a la edad como atributo exclusivo de ella. Sin duda la denominada soledad emocional adquiere un rango superior en las personas que enviudan tras varias décadas de vida en común, aun siendo esta capacidad de asumir las pérdidas un factor de madurez para encarar esta etapa.
Las Residencias de Mayores ofrecen 390.000 plazas a los ciudadanos de nuestro país. Durante la pandemia evidenciaron graves problemas de funcionamiento. En su organizacion se hace patente la pasividad de los ancianos que se asimilan a la condición de enfermos. El proyecto de cambio necesario de estos centros, según circula en un documento crítico, incluye que "la atención a la persona y a su proyecto vital sea el objetivo central de la organización de las residencias en un entorno de gran proximidad y al lado de los suyos, y que se parezca lo máximo a un hogar y lo menos posible a una institución".
Con su origen en Suecia, están apareciendo en España iniciativas privadas de Cohousing o viviendas colaborativas. Consiste en un modelo de cuidados proactivos con una apuesta por un envejecimiento saludable, donde los inquilinos mantienen su independencia, aunque conviven en una comunidad en modo de cooperativa. Se trata de personas que abandonan su casa, generalmente después de la jubilación, y apuestan por hacerse mayores junto a otros, igualmente voluntarios, con los que comparten inquietudes. Buscan para sus últimas décadas un entorno dinámico y autogestionado. "Vienen de cuidar a sus padres y no quieren ser una carga para sus hijos".
The Village en Florida es "el cielo de los viejos", una ciudad diseñada para mayores. Hoy viven allí 130.000 jubilados anhelando una segunda juventud, una especie de Disneyland para retirados. Se trata de un paraíso idílico en la capital mundial de la tercera edad, para quienes se rebelan contra el paso del tiempo. Acordes con Neil Young cuando cantaba aquello de que "es mejor arder que irse apagando". Con un alto nivel económico, buscan un estado de feliz ignorancia sobre lo que ocurre en el resto del mundo, mediante una organización y actividades pensadas como la manera perfecta de escaparse de la realidad. Todos están obligados a encontrar la felicidad y el tiempo corre muy deprisa.
Concluimos volviendo otra vez, a través de una saludable regresión, a los sabios. Para Sócrates la vejez representaba un estado de reposo y libertad de los sentidos. Cuando las pasiones se aflojan uno queda libre de múltiples y furiosos tiranos. Y en el Diálogo "La República", de Platón, afirma: "En cuanto a las quejas de los viejos no es en la vejez que debemos buscar la causa sino en el carácter".
¿Y TÚ QUÉ PIENSAS?
ANTONIO ROCHE Editor y Licenciado en Teología ha comentado:
ResponderEliminarGracias Juan Luis.
Yo lo afronto con naturalidad y siendo muy activo .En lo “ menos bueno” me preocupa la situación y como está reaccionando la sociedad .
Resistir con tenacidad e inteligencia !!!
Lo malo, Juanlu, es que la vejez no nos priva de todas las tentaciones visuales y eso, a veces, nos hace pasarlo mal
ResponderEliminarMuchas gracias por tus reflexiones y resúmenes acerca de esta etapa de la vida cada vez más al alcance para más personas.Es obvio que como toda experiencia vital el carácter y la genética encaminan la actitud de cada individuo ante lo retos, que indudablemente son muchos,que conlleva la edad y facilitan o dificultan el proceso adaptativo que continuamente requiere.La sociedad en general,y el entorno más cercano contribuyen positiva o negativamente a este proceso.
ResponderEliminarVICTORIA NARANJO Auxiliar de Enfermería ha comentado:
ResponderEliminarLa vejez, como muchos doctos piensan y reflejan, ya sea en la filosofía antigua o sean contemporáneos, puede tener muchas caras. Y como preguntas, ¿ cómo se vive o vivimos la vejez?: diré que estamos ya inmersos en ella muchos de nosotros y por tanto creo que se abren heridas físicas y cognitiva, lo que hace que los pensamientos corran veloces en distintas direcciones. Mientras más caiga el ser en ambos deterioros, posiblemente no vea más allá del dolor de sí mismo. Quizás la reflexión o el cuestionar la existencia no tenga nada que ver con ellos. La dureza de sus vidas, económica cultural o intelectual, no permite esos debates consigo mismos. Quizás incluso la muerte sea más una liberación que un dolor añadido. Mas, para quienes aún tenemos alguna capacidad de cuestionar, necesitamos algo para acallar los temores y protegernos del pesimismo que puede llegar a invadir el corazón y la mente, a fin de poder vivir el día a día en positivo.
La vejez para mí está siendo un periodo muy interesante de mi vida.Tengo más tiempo para hacer las cosas que me gustan,disfruto mucho con mi familia, sobre todo con mis nietos y a mis hijos los trato de una forma más relajada que cuando era más joven,yo y ellos...Creo que los ancianos deben estar en el medio en el que han estado siempre o en donde quieran o puedan. Ellos tienen muchas cosas que aportar a la sociedad y a la familia.Solo veo que podrá ser mejor ir a un sitio residencial de ancianos ,cuando se necesiten cuidados especiales,
EliminarEnvejecer es natural, ocurre sin otra opción, se nota por fuera, y está destinado al fracaso y al ridículo el intento de que no se note, una buena opción es tratar de envejecer bien, por fuera y por dentro?
ResponderEliminarTambién por dentro, se aflojan las pasiones y los sentimientos toman más fuerza, más sentido, nos hacemos más sentimentales, hay más sabiduría o eso dicen. En realidad se envejece como se ha vivido ya que envejecer es parte de la vida.
Hay una una bandera que defender llegados a la jubilacion, la lucha contra el EDADISMO, contra el ninguneo y la invisibilidad de los mayores. Mantengamos nuestros derechos y nuestra vida, y sobre todo la de aquellos en que el tiempo disminuye severamente sus capacidades
Yo observo que llevan mejor la vejez la gente capturada por una pasión. Veo muy bien, por ejemplo, a A López, pintor, Mario Vargas Llosa, escritor, J. Luis Garci, cineasta M . Ríos, cantante, y un largo etcétera. Es el deseo el que puede suavizar la la putada del envejecimiento y de lo que viene a anunciarnos: la muerte
ResponderEliminarAfrontarla con naturalidad, según venga viniendo.
ResponderEliminarCon el permiso de la salud física y mental.
Que nos puede condicionar.
Hay un punto, el relacionar vejez y enfermedad, no es del todo cierto.
Si lo es ,el hecho de poder vivir “sin apreturas”, gracias a determinadas intervenciones quirúrgicas, y tratamientos de nuestras patologías crónicas.
Me dá miedo pensar ser una carga,así q.no pienso en ello con frecuencia,lo q si hago es mantenerme lo más activa posible en muchos aspectos y ayudar lo q.puedo.
EliminarCARMEN BRAGADO Licenciada en Historia comenta;
ResponderEliminarDesde mi punto de vista cada uno afronta el envejecimiento como puede,yo hay veces q pienso y me entristezco,pero reconozco q es una etapa,q si la sabes aceptar es maravillosa,tienes paz,tranquilidad,y puedes analizar las cosas con sabiduría,de todas formas depende mucho del carácter q hayas tenido y desarrollado a lo largo de la vida.
RAQUEL RICO Profesora de la Facultad de Derecho de Sevilla
ResponderEliminarcomenta :
Difundes cosas muy necesarias. Hay que lograr reivindicar la vejez como un tiempo en el que es fundamental mantener los proyectos propios, aportar a la sociedad, seguir aprendiendo. Cuantos conocimientos desperdiciados! Y, como decía Rosa Regás, es fundamental protestar y también organizarse y predicar con el ejemplo.
Se me ocurren tres premisas para una buena vejez: no perder la perspectiva, no echar cuenta de las probabilidades y poder compartir el tiempo con la o las personas que quieres
ResponderEliminarJOSE MARIA ROMERO filósofo y teólogo comenta:
ResponderEliminarLa vejez forma parte de las etapas de la vida siendo en realidad la última. Sin embargo, es el ideal de la vida humana: recorrer y sentirse bien en la infancia, gracias a la atmósfera familiar, la adolescencia, en que se agradecen la amistad responsable, la juventud que se compromete con la vida de relación y el trabajo profesional, la madurez, símbolo de la vida humana y la vejez como preparación para despedirnos de la presencia vital. Una vida vivida tiene mucho de alegría y gratitud, de compasión y esperanza, de compromiso y amor…
La vejez es una ocasión única para conocer y sentir agradecidos los achaques de este período único de la vida y meternos en la eternidad sin tiempo. Podemos prepararnos con la dieta de la longevidad de Valter Longo, que mantiene jóvenes nuestras células.
El envejecimiento es un proceso biologico natural y "normal". Desde que nacemos estamos envejeciendo. El problema es no estar separados de la Vida. Vivir Significa entre otras cosas envejecer, enfermer y morir. Pero el dia que yo nací, mi madre parió dos gemelos: yo y mi miedo. "¿Que será de mi?" la nube negra que nos hace caer en la cuenta que no controlamos nada. Perdida de bienes, salud, afectos e incluso la vida. De como vivimos todos estos avatares, bien, con aceptación, mal. con resignación y desesperación, dependerá si lo que nos viene, conviene, y esto que nos viene pueda ser nuestro maestro. Y no ser controlados como un pelele por la publicidad y la selección de noticias que nos condicionan tanto como antes las ideas religiosas, solo que no nos damos cuenta.
ResponderEliminarA los pobres se les llama "viejos" y se les jubila , los poderosos son "mayores" o "ancianos" que siguen siendo directores de bancos, financieras o incluso jefes de gobierno.
Juan gracias por tu articulo.La vejez la tengo incorporada al proceso natural de la vida que me permite hacer y disfrutar de cosas que no he podido realizar en otra etapa sigo aprendiendo porque aprender es vivir
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