Si existe alguna teoría creíble sobre "el gran reemplazo", no sería la teoría conspirativa del reemplazo de los europeos blancos por los no europeos, sino que podría llegar a ser la de la sustitución de los niños por los perros. En España existen ya 1,5 perros por cada niño que nace y ya contábamos en 2023 con 3 millones de perros más que de niños menores de 14 años. Respecto a un futuro próximo, según el INE, a comienzos de este año, más del 60 % de nuestros jóvenes no están pensando en tener hijos a corto o medio plazo. Otros datos a considerar son que en nuestro país la media de edad de las mujeres para tener un hijo sigue creciendo, siendo ya de 32,61 años en 2021, mientras que al mismo tiempo la tasa de natalidad continúa bajando hasta haberse situado en el 1,16 en 2022.
Respecto al segundo término del dilema, recogemos los datos aportados por José Miguel Doval Presidente de la Real Sociedad Canina de España cuando señaló recientemente:" Estamos en unos 70.000 nacimientos al año en perros de raza con pedigrí. En España debemos andar por el millón de cachorros anuales". La reciente ley de Bienestar Animal dispone reducir la superpoblación de perros, mediante la obligatoriedad de esterilizarlos por parte de las Sociedades Protectoras, antes de entregarlos en adopción.
El lobo gris fue la primera especie que originó una población doméstica de perros (canis lupus familiaris), hace al menos 15.000 años en Asia Central. Tan larga domesticación en el tiempo, la primera de un animal, ha posibilitado alcanzar en los perros modos de comunicación similares a los humanos, entre los que destacar la mirada mutua que tanta relevancia tiene en la relación con sus amos. Con todo, los perros domésticos aún comparten algunos patrones de conducta con sus parientes salvajes.
En muchas de las culturas de la Antigüedad el perro tuvo un lugar destacado como cazador y protector de la vivienda y del ganado de sus dueños. La consideración también como fiel compañero, se refleja en los restos de perros que se han encontrado enterrados cerca de tumbas humanas, al igual que lo indican, entre otras pruebas, algunas inscripciones de la cultura mesopotámica que representan a perros esperando a sus amos.
Durante el Imperio Romano la tenencia de los perros como mascotas de compañía, se reservaba para las clases acomodadas de la sociedad. Uno de estos romanos escribió en el siglo primero un conocido epitafio a su perra : " Fue la más dulce y cariñosa, dormía sobre mi pecho, cómplice de mi sueño". Algunos escritores romanos en su literatura satírica criticaron la decadencia que suponía el trato demasiado humanizado a estos animales. Así en el Satyricon de Petronio Arbiter leemos que los perros eran frecuentemente mimados, no solo con abrazos sino también con comidas abundantes y sabrosas, incluso perjudiciales por excesivas.
Milan Kundera. reconocido literato checo, escribió en su obra " La insoportable levedad del ser " : " El amor hacia el perro es voluntario, nadie lo fuerza. Y lo principal : ninguna persona puede otorgarle a otro el don del idilio, eso solo lo hace el animal, porque no ha sido expulsado del paraíso. El amor entre un hombre y un perro es un idilio: en él no hay conflicto, no hay escenas desgarradoras, no hay evolución."
El Profesor de Etología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Madrid Alfonso X Felix Zaragoza, reconoce como único, el vínculo que se crea con los perros ya que "se establece con un ser vivo que no juzga a las personas, no exige demasiado y además quiere incondicionalmente. Su presencia ayuda a reducir las sensaciones de aislamiento y soledad".
Según Jaume Fatjó Doctor en Veterinaria y Responsable del II Estudio Científico del vínculo entre personas y animales de compañía : "los perros están siempre disponibles, se pueden hacer actividades con ellos como pasear, pueden ser confidentes de pensamientos y preocupaciones y al cuidarles nos sentimos útiles y valorados". Esta última apreciación coincide con el parecer de Carlos Carrasco, educador canino, quien estima que el cariño que la gente proporciona a su perro es más un premio para los humanos que para el propio animal.
¿Se puede considerar a un perro como si de un ser humano se tratara, cómo si fuera un miembro de la familia?. La humanización de los animales es un fenómeno en alza. Según una encuesta de JWT Intelligence de 2019 en EEUU el 89% de los solteros y el 91% de las parejas, consideran de hecho a sus mascotas como un hijo. El educador canino citado anteriormente, autor de la obra "Haz equipo con tu perro", apunta que "de maltratar a los animales se ha pasado a que la gente trata al perro como si fuera un niño con pelo que ladra. Hoy la humanización es el gran mal para las mascotas." "Una relación sana entre el perro y su dueño es en la que el dueño tratara al perro como un animal" concluye este pedagogo de canes.
El filósofo y ensayista Santiago Alba Rico (Madrid 1960) mantiene una posición muy crítica con esta antropomorfización de los animales de compañía, cuando afirma que "la mascota viene a sustituir de forma bastante fallida, los lazos sociales que dotaban de sentido a la propia existencia". Va más allá cuando sostiene que "gran parte del animalismo contemporáneo es una forma sofisticada de misantropía. La excusa es el animal pero encubre otras cuestiones como el autodesprecio o la búsqueda de elementos de pureza, fuera del universo humano. "
Otro pensador, Víctor Gomez Pin, ( Barcelona, 1944 ), Catedrático emérito de Filosofía de La Universidad Autónoma de Barcelona, reflexiona en términos parecidos cuando escribe: "Lo extraño que resulta el amor desmedido de muchas personas hacia sus perros. Esperar de los perros el afecto de las personas no me parece un progreso de la civilización". Abogaba, en defensa de los propios animales, el que fuesen tratados como lo que son, en lugar de exigirles ser nuestros hijos sustitutivos con toda la carga emocional que eso les supone y que jamás podrán corresponder.
Desde otra óptica el pasado Mayo, el Papa Francisco pidió un mayor compromiso de los Gobiernos para incrementar la natalidad." No faltan perros y gatos, faltan hijos.". Ya anteriormente se había lamentado que en muchas parejas a los perros y a los gatos se les dé el lugar de los hijos. Durante una audiencia pública en Enero del 22 dijo textualmente :"El no tener hijos es como renegar de la maternidad y la paternidad, lo que nos quita humanidad. Así la civilización se vuelve más vieja y sin humanidad porque se pierde la riqueza de la maternidad y la paternidad. Y sufre la patria que no tiene hijos".
Según la web Wamiz, especializada en animales de compañías, el 90% de los propietarios de gatos y perros aseguran que el dolor de haber perdido un animal, era semejante al de perder a una persona de su entorno. Más contundencia en este sentido, encontramos en un texto del diario New York Post de 2022 donde se recogía que" los millenials aman a sus mascotas más que a sus hermanos, sus parejas e incluso, más que a sus madres". Uno de los lemas de este colectivo subraya :" Sin casa, ni hijos, pero con perros".
¿Tener hijos para qué?. Algunos investigadores llaman " la paradoja de la paternidad " a una teoría que alude a como al principio de tener un hijo, muchos padres experimentan una disminución del bienestar. Señalan que el apoyo de los más cercanos mitiga este impacto negativo, si bien reconocen igualmente que las redes familiares van a disminuir en los tiempos venideros.
Esta pregunta que formulábamos acerca de las razones para criar hijos, tiene una respuesta radical en el pensador y activista italiano Franco Berardi ( Bolonia 1949) en su obra " Medio siglo contra la esclavitud laboral" que él mismo titula " la deserción de las deserciones" donde apunta: " no generar a las víctimas de los previsibles infiernos climáticos y atómicos. Desertar de la reproducción de la especie".
El hipotético "gran reemplazo" de niños por perros, al que aludimos al principio, ¿pudiera considerarse como un paliativo, para el previsible "invierno demográfico" que muchos expertos vaticinan?. Una importante diferencia entre la convivencia humana y la compañía de las mascotas, es la ausencia en esta de símbolos, historias y legado. No hay trascendencia en este intercambio, sino libre disposición para el goce inmediato de los amos. ¿ Podría incluso afirmarse al contrario, que uno de los síntomas de la " cancelación del futuro" sería esta fiebre por las mascotas ?.
¿ Y TÚ QUÉ PIENSAS ?.
La crianza de un hijo.
ResponderEliminarSin duda.
Que buenos artículos escribes, Juan Luis. Yo me quedo con los dos. Mis hijos me han aportado muchísimo. Me han hecho reflexionar, mejorar y sentir amor incondicional. Mi perra me proporciona diariamente un amor sin límites y sin reproches. A través de ese amor, he aprendido que otras formas de amar también son posibles y también proporcionan una inmensa felicidad.
ResponderEliminarSi está sociedad nuestra prefiere tener perros a tener hijos no saben la experiencia de vida plena que se pierden. No me preocupa la baja tasa de natalidad, tenemos millones de personas procedentes de otros sitios dispuestas a incrementarla.El resultado sera un mundo plural y mejor que este que tenemos
ResponderEliminarENCARNA DIAZ BARRIENTOS Investigadora del CSIC comenta:
ResponderEliminarLo de las mascotas y sus cuidados,me sobrepasa, si hace unos meses veia esos cariños excesivos, viendo los niños inocentes de Gaza,no me lo explico.
ANTONIO ROCHE Editor comenta:
ResponderEliminarSiempre CUIDAR UN HIJO O A UN SER HUMANO
No soy de cuidar perros !
Respeto “ con esfuerzo” a quienes cuidan a perros o gatos como a personas .Y sienten su muerte como un duelo!
Miguel Angel Silva
ResponderEliminarInteresantes reflexiones que no sabemos donde nos llevarán. Hablas de los temas de una manera fluida y sencilla, agradable de leer. Hablas, querido Juan Luis de qué hacen los perros en nuestras vidas y parece que alguna función cumplen. Están incorporados a nuestras familias como un personaje más.. No es extraño que se tengan en cuenta en los divorcios para evitar conflictos y se legisle sobre ello. Parece que la familia está cambiando y los animales de compañía son una parte importante de ella. No será, me pregunto, que la familia está muy sola. Abrazos.
Tu título me trae de la memoria el viejo chiste de "susto o muerte" y me causa la misma inquietud electiva.
ResponderEliminarY la elección, por aquello de la asociación de ideas y palabras, me trae a la cabeza la última y deliciosa novelita de Goethe "Las afinidades electivas" (digo novelita por lo breve, que no por la calidad y profundidad de la misma). En ella defiende, como fundamental, para la relación equilibrada y placentera de dos seres, la afinidad de carácter, personalidad y gustos, lo que no se da en mis relaciones con los perros.
Ya acepté tener dos hijos, de los que me siento satisfecho, y ello implicó con los años que ellos eligiran perrito, por salvarlo de una muerte segura a manos de otros niños (¡qué crueles me resultan algunas de esas pequeñas y salvajes criaturas!).
Por otro lado estoy en deuda con los perros, por haber participado, por sinrazones de pseudoinvestigación, en el sacrificio de cerca de 400 de su especie...
Personalmente detesto su olor y su carácter servil, superior a mis fuerzas, y no puedo olvidar que fui atacado, sin provocarles, por cinco diferentes ejemplares de cánidos y a mi hijo a poco lo mata un perro amigo cuando tenía 5 añitos, lo que me llevó operarlo personalmente en cuello y cabeza durante cuatro horas (después de esta "experiencia" es cuando adoptaron a su perro).
Pero reconozco que haya personas que valoren todas esas virtudes que recopilas en tu artículo. Por toda esa exhaustiva recopilación alabo tu artículo, JuanLu, aunque la alabanza no sea habitual en mi forma de ser. Sencillamente magnífico, de chapeau!
Y lo digo también por lo bien que has recogido, fundamentándolo, una serie de hechos respecto a los perros que no conocía. Por ejemplo, desconocía los alarmantes datos estadísticos que me parecen una barbaridad.
Respecto al "Gran reemplazo", no serán los perros quienes ocupen con su nula productividad (aunque ayuden a la de algunos de sus dueños) a los europeos. Lo seguirán haciendo, afortunadamente, los no europeos de paises pobres que aceptan esos trabajos que nuestros compatriotas desdeñan.
MIGUEL GARRIDO Profesor de la Facultad de Psicología y Psicoterapeuta ha comentado:
ResponderEliminarBuenos días Juan Luis. En vacaciones es un tema interesantísimo. Muchos tenemos la preocupación que recoges en tu artículo desde hace años. No solo como profesional sino como padre. En nuestro entorno no se tiene conciencia de la retirada de muchos jóvenes en relación al deseo de tener hijos. En 1982 en mi primer viaje a Inglaterra me sorprendió cuando paseaba la gran cantidad de personas de mediana edad paseando solas con sus mascotas. Entonces me dije: !que de gente sola hay en este país!. Hoy me sigue sorprendiendo como este mismo hecho es común en España. No podemos evitar sonreír cuando oímos como en la calle o en cualquier bar las personas hablan con sus perros. Uno mira para otro lado para que no se note la risa nuestra por sus sonidos parecidos a cómo se habla con un bebé. En fin, como bien describes en tu artículo esto es ya antiguo… la diferencia como has documentado está en el aumento del fenómeno unido a la falta de hijos/as en nuestro entorno. Es muy curioso como se racionaliza esta falta de deseo. Personalmente
me preocupa mucho porque los que somos de pueblo y siempre nos hemos criado con animales en nuestros entornos sabemos que como recoges estamos sustituyendo a “los perritos humanos” por “perritos y gatos humanizados”. En realidad estamos dejando de lado nuestra responsabilidad para que la especie humana siga en nuestro mundo. Mucha gente tiene una vida “muy perra”… no pueden casi vivir y les cuesta acudir a los hospitales… mientras que aumentan las clínicas veterinarias y muchas personas no tienen ningún problema en gastar altas cantidades en operaciones para animales. Creo sinceramente que estamos perdiendo el
“rumbo”. No está bien decir que “estamos tratando a nuestros mayores como perros”… pero tampoco debemos tratar mal a ningún animal. Somos todos seres
vivos y merecemos los mejores cuidados. Además los animales juegan un papel importantísimo para las personas.
Es muy conocido el papel terapéutico de los animales en la salud. De lo que hablamos es utilizar a los animales para evadir el contacto con los seres humanos y olvidar que los utilizamos para evitar negociar con nuestros seres queridos y evadirnos de las dificultades más propias de los humanos.
Viva la vida humana y que los perros tengan su espacio y no dejemos que sean más que un “ objeto transaccional” y no “un objeto sustitutorio” para olvidar nuestras incapacidades para relacionarnos
con nuestros congéneres y reprimir nuestros mejores sentimientos
humanos.
Buenas vacaciones que no sean “perrunas”, sino humanas con perros amigos para relacionarnos mejor con todos.
Miguel GF
Excelente articulo Juan, como en todos los que expones y además con opiniones y datos.
ResponderEliminarSin lugar a dudas el perro es como bien expones al principio un animal importante y valioso en la vida de los humanos, por sus diferentes labores, sea defensa del pastoreo o vivienda, compañía, etc. pero a día de hoy y por diferentes motivos la sociedad en si a sobrevalorado el verdadero sentido del "estatus" del perro y en muchos casos el amor de los dueños/as hacia estos animales supera lo absurdo, cuando le da la "posesión de miembro de la familia".
Pienso que se pierde el sentido de la verdadera naturaleza para lo que somos creados, tanto humanos como animales otros... para mi sin duda un hijo/a es lo que en verdad llena no solo la propia vida de uno mismo, que tambien, sino que además hace de la unión de pareja lazos mas profundos para que el amor sea aun mas completo y lleno de vida, pues para mi nunca fue como algunos piensan un esfuerzo y un sacrificio el criarlos y no por dificultades de toda índole como suele suceder en la crianza de los hijo/a, para mi repito fue un "reto", una motivación tanto para afrontar todas las vicisitudes de la vida y superarlas día a día. es un
amor tan grande, que te hace comprender el amor de tus padres. Me casa con 19 años y mi mujer tan solo tenia 15 años. Hoy después de 45 años seguimos felizmente unido y con cinco maravillosos nietos; que no solo son los hijos los que crean felicidad y crecimiento de la especie porque después serán sus hijos etc. expongo esto porque aun teniendo como tengo dos pequeñas perritas puedo decir que no hay nada que pueda sustituir a un hijo/a .
por ultimo decir y no solo con referencias al tema que expones que la sociedad cada vez camina mas hacia lo absurdo, se esta perdiendo la raíz principal del ser equilibrado en tanto n cuanto a lo humano en si, con todas sus acepciones se materializa y si me preocupa que perdamos el espacio de mínimamente creer que un perro puede sustituir el amor, la conversación, el calor del roce de un hijo o semejante.
Gracias Juan por tus siempre preguntas. un cordial y afectuoso saludo de J.G.
JUAN MORA DONAIRE comenta:
ResponderEliminarMuy interesante la reflexión. Espero que no lleguemos a la humanización de la animalidad. Es alarmante el porcentaje de mascotas en España. No sería malo que los perros con cierta edad, comiencen a cotizar a la Seguridad Social y que los amos paguen las cuotas.
MIGUEL,Broder de José Saintmartin comenta:
ResponderEliminarApreciado JuanLuis, he tardado en opinar sobre éste nuevo tema que propones tan magníficamente, por mi extrema sensibilidad sobre esta cuestión que desde hace año me hace reflexionar y sufrir pensando hacia donde va la raza humana cuando cuando nos tenemos que plantear sobre la moralidad y/o el egoísmo de tener que elegir entre perros y niños.
Todos los datos que expones me hacen dudar del futuro de nuestra sociedad cuando comprobamos el aumento del numero de mascotas y las dudas de la juventud en tener hijos y consecuentemente la bajada de la natalidad.
Hay un tema que todos los pensadores defensores o justificadores de la defensa del perro cómo Milán Lindera, Félix Zaragoza, Jaume Fatjó o Carlos Carrasco, así como los detractores de esa defensa como mi admirado Santiago Alba Rico e incluso el Papa Francisco, obvian o directamente se olvidan, para mí de unos datos escalofriantes.
Según Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS mueren 11 millones de personas al año en el mundo a causa del hambre de los cuales 5 millones son niños menores de 5 años.
Si miramos otros datos según la Plataforma de Ahorro Europea ( Raisin ) el coste de un hijo hasta la emancipación es de 300.000€.
Por otro lado según la Real Sociedad Canina de España el coste de tener un perro durante toda su vida es de 16.870€.
Claramente es mucho más barato tener un perro que tener un hijo con la clara ventaja de educación y libertad que da un perro que un hijo.
Hay otra cuestión que es la religiosa. Yo no soy creyente pero no olvido las enseñanzas que intentaban transmitirnos sobre caridad, dar de comer al hambriento......
Y por último una cuestión que me toca directamente es aquello que dicen que cuando se te muere un perro sufres como si fuera un hijo. ( mentira ).
Todos los casos que conozco a los que se le han muerto perros han sufrido pero rápidamente lo han sustituido por otro.
En el caso de los hijos nunca se reponen por otro y el dolor permanece contigo hasta el día de tu muerte. Créeme, lo sé.
Muy de acuerdo, Miguel Broder, aunque a mi no me preocupa la extinción de esta sociedad porque no la veo, al revés, creo que los ya más ocho mil millones de humanos somos demasiados para la "capacidad de la Tierra" y le estamos causando un daño más que preocupante.
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