LA SOLEDAD, TAN COMPADECIDA O VITUPERADA , ¿NO ES TAMBIÉN NECESARIA PARA NUESTRO CRECIMIENTO INTERIOR?
Existe una especie de compadecimiento generalizado hacia la soledad. Desde el comienzo: "No es bueno que el hombre esté solo", hasta el final de la vida, en su versión romántica: "¡Que solos se quedan los muertos!", ha prendido este sentimiento compasivo.
Santiago, un hombre solitario, para aliviar la soledad del día de su cumpleaños, contrata a unos actores para que finjan ser su familia. Es el argumento de la película "Familia" escrita y dirigida por Fernando León de Aranoa en 1987.En la actualidad los hogares unipersonales se han incrementado, el trabajo a distancia está extendiéndose y la pandemia ha visibilizado diversas situaciones de soledad. La necesidad de relacionarnos con nuestros semejantes se hace patente cuando se ha comprobado que, incluso los problemas de Salud Mental, son más graves en situación de aislamiento social. No hay mayor sufrimiento en una celda de castigo, que la pérdida absoluta de contacto con los demás. Igualmente el ostracismo, como sanción de no aceptación en el grupo, representa una grave y dolorosa afrenta para quien la padezca.
Tal y como ocurrió en la citada película
española, hoy se puede hablar de una cierta comercialización de la soledad:
personas mayores que solicitan estudiantes para convivir con ellas a cambio de
un bajo precio en el alquiler, servicios telefónicos de contacto con
solitarios, incremento de las residencias de mayores para quienes no tienen
familia o no son acogidos por las suyas, sin olvidar el papel de las mascotas
en estas circunstancias. La soledad muestra su cara más lesiva en la ausencia
de vinculación con los demás. Sin interlocución con los otros no hay
desarrollo humano posible. Desde el primario vínculo materno a la integración y participación en sucesivos agrupamientos, se patentiza nuestra naturaleza
social. En el aislamiento, por otra parte, se puede producir una cierta
distorsión de la percepción de las relaciones, lo que conllevaría que las
personas solitarias se retiren aún más de aquellos que podrían ayudarles a
aliviar esta situación. Incluso el cuerpo responde de forma dramática de modo
que la soledad aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y puede
llegar a alcanzar un impacto negativo en nuestro sistema inmunológico.
Hay también otra mirada, acerca de la soledad :"Converso con el hombre que siempre va conmigo" "Mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía", escribe en inolvidables versos el solitario y meditador Antonio Machado. Sin soledad no es posible la creación artística: pictórica, literaria o musical. La tradición del silencio y de la soledad en la búsqueda filosófica o religiosa, se extiende desde la antigüedad a través de la renuncia al mundo y del recogimiento para alcanzar el conocimiento. Son las experiencias de los profetas en meditación, casi siempre en el desierto como escenario. A ellos se sumaba una galería de personajes de relieve, asociados con la soledad: magos, filósofos, poetas o místicos. Y en general la aparición de los libros (la lectura es un ejercicio en soledad) favoreció el poder tomar distancia interior de la exclusiva transmisión oral. Estar solo permitía la reflexión como elemento clave para generar un pensamiento propio. Más allá de aquellas épocas pretéritas, en el Renacimiento, Petrarca escribe su elogio de la soledad en "De vita solitaria", como condición para la comunicación o el diálogo de la razón consigo misma. Así la vida solitaria permitía el cultivo de las letras. En la actualidad el filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han aboga por recuperar nuestra capacidad contemplativa para contrarrestar la alienante sobrecarga informativa.
Con la soledad se recupera el gusto por el silencio, el dominio del tiempo y se puede alcanzar una verdadera autonomía. Estar solo nos permite reflexionar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos, dado que además el objetivo que se nos inculca es el de una continua actividad.
Esta doble mirada sobre la soledad, no se explica únicamente por el hecho de diferenciar entre una soledad forzosa y aquella que se busca voluntariamente. Ni siquiera son excluyentes. A través de Julio Llamazares en su novela "La lluvia amarilla" conocemos a Andrés, el último habitante de Ainelle, un pueblo abandonado del Pirineo Aragonés. Su relato oscila entre un terrible y doloroso aislamiento y la soledad como realidad para enfrentarse a la muerte. Cercano a ella piensa: "Muchas veces oí que el hombre afronta sólo este momento, pese a que en su agonía, familiares y amigos le rodeen... Al fin y al cabo el hombre es responsable de su vida y de su muerte y solamente a él le pertenecen. Pero sospecho que una mirada humana, una simple palabra de engaño o de consuelo, bastaría quizá para quebrar, siquiera brevemente, la inmensa soledad que estoy sintiendo".
Y TÚ ¿QUÉ PIENSAS?
Buen análisis de la soledad, desde el historicismo a la psicología, a la meditación filosofica y a la creatividad del artista y del escritor.
ResponderEliminarPara mí la clave principal de la soledad radica en que sea o no buscada. Como todo lo que se elige se acepta mejor porque se desea y cuando sobreviene sin buscarla es rechazada. Todos necesitamos de momentos en soledad. Vivir en compañía es deseable cuando se cumplen muchas y complicadas condiciones, de las que la principal es el respeto; cuando es así, la compañía es gratificante y enriquecedora. Cuando no, mejor solo, como ya lo dijo el refrán. En soledad el único conflicto, si se da, es con uno mismo. Y puede ser enriquecedor o terrible. Las dos situaciones más ideales son la soledad con facilidad de encontrar compañía cuando se desea y la compañía con la misma facilidad para poder aislarse; y si hay que elegir, me quedo con la primera.
Eloisa Zapata. Para mí, que llevo sola 35 años , es una auténtica bendición. Soy mi mejor amiga y quizá por eso tengo muchas y buenas amistades . Me puedo sentir más sola rodeada de una multitud que en mi casa con mis libros y ordenador. El hombre es un ser social, obviamente, pero también nace , vive y muere solo
ResponderEliminarAceptación que no resugnacion
Maravilloso Juan Luis. Yo pienso que la soledad tiene muchos matices en función del momento o la actitud con la que se afronta pudiendo convertirse en un proceso de desarrollo personal o de autodestrucción.
ResponderEliminarTambién creo q a veces se quiere escapar a toda costa de Sole y la persona, huye de sí misma en lo que Sabina llamó "amores baratos de un rato" se agarra a cualquier compañía por no quedarse sola consigo misma. Hay vacíos y desiertos que actúan como maestros de la vida y no siempre estamos dispuestos a atravesarlos, nos resistimos a aceptar y afrontar un tiempo solos con nuestros fantasmas y ahí sufrimos. Hasta que aceptamos y el sufrimiento desaparece. Y es justo ahí donde crecemos, nos cuestionamos y superamos.
Es un buen tema el que has presentado. Da mucho para pensar. Gracias!!!
Interesante reflexión sobre la temida o ansiada soledad tan difícil de encontrar en estos tiempos hiper conectados en los que vivimos. Yo creo que depende mucho del momento personal de cada un@. Yo la ansío ahora tanto como la temí anteriormente. Esperemos que haya tiempo para todo. Da gusto despertarse leyéndote, papá.
ResponderEliminarMaravilloso texto y reflexión sobre La Soledad, yo pienso qe La Soledad es maravillosa sabiéndole sacar su Jugo al igual qe la compañía para mi la cuestión sería saber adaptarse a cada momento o cuña qe te ponga la Vida, así qe al lío.. Fuerte abrazo Qerido Juan Luis!!
ResponderEliminarMagnifico articulo,para mi la soledad acompañada es la que genera patologias.Yo vivo sola pero no en soledad,esta situación me proporciona bienestar y enrriquecimiento personal,que me facilita la relación con el exterior,disfrutar de la familia y amigos...Juan Luis Besos a todos
ResponderEliminarBueno la verdad es q la soledad buscada puede ser una fuente de muchas cosas positivas(meditacion,reflexion,etc.)
ResponderEliminarEl tema es cuando la soledad se hace cronica sin poder salir de ella,y faltan amigos,familia e incluso personas con las se pueda hablar y se hace insoportable.Esa soledad es la q hay q eliminar pues suele ser fuente de depresiones y demás.Es mas yo creo q se deberia hacer algo.Hoy dia los guasap han rellenado un poco ese vacio
He trabajo mucho sobre el tema , literariamente con el librito" la amistad vacuna contra depresiones y psicosis " ,con mi tesis doctoral "importancia de las interrelacciones entre comunicacion y salud mental" y otras publicaciones,como el METODO DON (INICIALES DE DISTRACCION,OPTIMISMO Y NO HACER MONTAÑAS)
Gran idea la creación de este blog,como lo es el telefono de la esperanza.Q creo se podria llamar también de la amistad;aunque eso supondria contar con muchos q quisieran colaborar.Pero bueno a lo mejor se puede hacer un chat con los qquieran y llamen pidiendo compañia.Yo me apunto 661965969.Algo asi y digo yo.
Decía Stephen King en una antigua entrevista en El País que en su escritorio podía encontrar todo lo que le hacía feliz. Yo lo suscribo, aunque intercalándole un 'casi'.
ResponderEliminarLa diferencia está en como dices, en si es elegida o impuesta. Aunque seamos animales sociales, también pienso que ciertas dosis de soledad nos lleva a pararnos y a mirarnos a nosotros mismos y es en ese momento de parada cuando nos hacemos conscientes de nuestras verdaderas necesidades. Así q bienvenida la soledad en las dosis que cada uno necesite
ResponderEliminarDespués de haber leído tan buenos comentarios se me ocurre alguna puntualización sobre la dimensión de la soledad según la edad. Quizás en los años mozos el deseo de vida pide vivir fuera de sí, vivir con y para el otro y hay dolor si no se logra pero apenas hay consciencia de apartamiento ni de ser apartado .Conforme el tiempo avanza el mundo es selectivo con nosotros y nosotros con el mundo, de ahí que nuestro entorno se reduzca al límite buscado pero si llega a ser mínimo nace el sentimiento de soledad obligada.La difícil acomodación a la ineludible soledad de la vejez se palía con recursos de la sociedad y, aunque tal piedad y justicia son encomiables , cada uno es el único dueño de sus soledades y sus miedos.
ResponderEliminarA veces me pregunto quién desea o sufre más la soledad: aquel que es el más animado y es último en abandonar las reuniones o aquel que desaparece el primero cumplida ya su ración de sociabilidad. Habéis hablado del poeta de la soledad, Cernuda, sabedor de ser seleccionado cuando dice de sí mismo que es “aparte” “como naipe cuya baraja se ha perdido” y que ya no lucha contra la soledad, la acepta heróica y selectivamente en su destierro de espacio y tiempo .
Otro selectivo pero no seleccionado fue Horacio que busca una soledad satisfactoria
Odi profanum vulgus et arceo ( Carmina 3,1)
Está claro que ni Cernuda ni Horacio serían los últimos en dejar una alegre parranda
Bueno Papá ,me ha costado tener un momento de soledad para poder leer tu trabajado texto y comentarios.
ResponderEliminarCreo que la soledad es básica para el crecimiento interior y posteriormente facilitadora de las relaciones sociales por este orden.
Metafóricamente la compararía con un perro rabioso ladrando y sacando los dientes, al que miras de frente , serenamente entonces baja las orejas , te lame tiernamente la mano y te acompaña.
Antes de la existencia de internet teníamos más acceso ,voluntario o no , a la soledad y en mi opinión esto nos ha proporcionado el saber apreciar a posteriori sus beneficios, pero los tiempos cambian.
Gracias por tus aportaciones. Un beso.
Salvador Compán dice...
ResponderEliminarInteresante este tema que miras desde muchos ángulos. Siempre me interesó porque, como en el caso de la muerte para la vida, la soledad es el polo necesario a la socialización. Su complemento. No hay muerte sin vida ni compañía sin soledad. Sobre la compañía pagada escribí un poema más bien irónico (¿cómo comprar los afectos?) a partir de una noticia que hablaba de la soledad como una “epidemia” de hoy. El poema está en Corazón sin sueño. Pero en el hoy es malo…es donde creo que se plantea ese tema de un modo más radical. Vidal es un exprisionero sin familia que está obligado al disimulo, a renunciar a su ideología, a su memoria y a su misma identidad. No es nada, no es nadie. Su patria es la soledad y la anonimia. Si recuerdas la novela, esa destrucción minuciosa de su personalidad es lo que, paradójicamente, le da vida, le permite sobrevivir. Son aspectos curativos o regeneradores de la soledad, otros distintos a los de Machado o a los de Han. Difícilmente la soledad deja de ser resiliente , ¿no? Pero a veces sí. Quiero recordarte este verso de Cernuda donde la soledad es la única materia de los afectos. Escribió Cernuda: “Cómo llenarte soledad sino contigo misma”.
Ya hablaremos de esto y un poco de todo con una cerveza en la mano. Pronto.
Abrazos.