En el ya mencionado texto "El porqué de la guerra" escribía Freud a Einstein, cuando de nuevo aparecían amenazas bélicas sobre Europa en 1932: "Aunque parezca paradójico... las conquistas de los romanos, legaron la preciosa Pax Romana a los pueblos del Mediterráneo". Entre el 29 a.de C. y la muerte del emperador Marco Aurelio ocurrida el 180 d.de C., trascurrió este largo periodo de tranquilidad en la Antigüedad. Se basó en el proceso de la romanización que Roma extendió a todos los pueblos conquistados, siendo a su vez el propio Imperio quien garantizó y veló por esta paz.
"Sobre la paz perpetua" es una obra política escrita por Inmanuel Kant en 1795.Como se intuye por el título el objetivo de este tratado es encontrar una estructura mundial que favorezca la paz. En este ensayo Kant propuso un programa de paz para ser aplicado por los gobiernos de la época y se basaba en la existencia de una Constitución o Ley de las naciones fundada en una verdadera federación de Estados libres.
Sin embargo la Sociedad de Naciones creada en 1919 tras la Gran Guerra, para lograr la paz entre las naciones, no pudo evitar la nueva conflagración de 1939. Nunca consiguió la autoridad suficiente para imponer a sus miembros sus resoluciones de forma obligatoria.
La actual Organización de las Naciones Unidas tampoco ha podido evitar, ni detener, entre otros conflictos bélicos, la actual guerra de Ucrania.
El premio Nobel de la Paz se otorga desde 1901 a "la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones y de la celebración y promoción de acuerdos de paz". Pese a ciertas críticas recibidas en alguna concesión, este Premio ha servido para ejemplarizar la actitud de determinados ciudadanos ante la opinión mundial. Igualmente ha contribuido al prestigio de importantes organizaciones que están implicadas internacionalmente en tareas de paz y de protección de las poblaciones afectadas por las guerras. Así se le ha concedido al Comité Internacional de la Cruz Roja, a Médicos sin Frontera, al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a Unicef y a Amnistía Internacional. Este reconocimiento ha contribuido sin duda a la extensión y acogida de toda la ciudadanía hacia estas organizaciones.
Justamente acaba de encabezar el Dalai Lama (Nobel de la Paz en 1989), junto a otros 15 premiados, una campaña mundial contra la guerra y las armas nucleares que se puede firmar estos días en las redes sociales.
El historiador Howard Zinn fue un referente de los derechos civiles y el movimiento antibélico en los Estados Unidos. En su libro "La otra historia de los Estados Unidos" señala que "en el curso de la guerra del Vietnam se desarrolló en Estados Unidos el mayor movimiento contra la guerra que la nación jamás haya experimentado, un movimiento que jugó un importante papel en el fin de esta". El apoyo de la población a la guerra pasó de un 65 por cien en Agosto de 1965 a un 28 por cien en 1971 según las encuestas de Gallup. El movimiento hippie fue el principal abanderado de este cambio social en pro de la paz en la guerra de Vietnam.
Es conocido el dicho que señala a la verdad como la primera baja de toda guerra. Tras los conflictos han surgido iniciativas tendentes a alcanzar esa verdad ausente durante los enfrentamientos. Así la Comisión para la Verdad y la Reconciliación creada en Sudáfrica en 1995 buscaba alcanzar la justicia retributiva tras el régimen del apartheid. La iniciativa se llevó a cabo bajo el gobierno de Nelson Mandela reconocido internacionalmente como un líder pacifista y reconciliador. Es indudable que esta Comisión se ha convertido en un modelo para posteriores organismos que en distintos países han usado este mismo nombre, para salir de periodos de guerra civil. Estas Comisiones emiten recomendaciones, no juicios. Pretenden reconciliar antes que castigar. Todo para garantizar la no repetición del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Siguiendo este ejemplo se crearon Comisiones semejantes en países tan dispares como Perú (2001) y en Timor Oriental (2002).
"La transformación de los conflictos" constituye una novedosa rama interdisciplinaria de las ciencias sociales. El Método Transced propone un camino para la resolución de los conflictos por medios pacíficos. Es el resultado de los estudios y experiencias de John Galtung sociólogo y matemático noruego (Oslo 1930)que ha mediado en un centenar de conflictos entre Estados, religiones, comunidades y personas. Por esta incansable labor recibió en 1987 el Right Livelihood Award, considerado el Nobel alternativo de la Paz, y en 1994 el premio Gandhi. Las premisas para este método han sido extraídas de las religiones hindú, budista, cristiana, taoísta, islámica y judía. Los cinco conceptos fundamentales para la búsqueda de la paz serían:
-No violencia,
-"ponerse en los zapatos del otro",
-la creatividad en la búsqueda de otras opciones,
-la comunicación efectiva a través de palabras y escucha activa y
-la humildad (de humus = poner los pies en el suelo).
Remontémonos ahora a una ancestral e imaginaria secuencia bélica: "Cuando un hombre le dirigió a otro hombre una palabra no insultante, en vez de devolverle la flecha que aquel le había lanzado, se abrió una posibilidad de la paz. Ahí se produjo la transición entre la barbarie y la cultura".
Ya en los tiempos primordiales los libros sagrados atribuyeron a la palabra incluso una fuerza creadora: " Y dijo dios haya luz y hubo luz".
También la mitología griega valoraba que la comunicación había sido el regalo más grande que los dioses hicieron a los hombres.
Y en otro escenario como el de los pueblos prehispánicos de México, cuando representaban el acto de la comunicación ponían a una persona sentada y una flor saliendo de su boca.
Retornemos a la cuestión que suscitábamos acerca de la construcción de la paz: "Siempre es mejor hablar, hablar, que guerrear, guerrear" afirmaba Winston Churchill que aparte de ser un actor importante durante la segunda guerra mundial, obtuvo también el Nobel de Literatura en 1953.
Concluiremos haciendo referencia al ámbito privado donde el conflicto entre las personas se produce, según lo que vamos considerando, por la ausencia de diálogo y por la información parcial o incorrecta recibida por una o por ambas partes.
¿Y TÚ QUÉ PIENSAS?
La metáfora de la flecha es más bonita que justa pues casi siempre el que la lanza no es el débil (véase la última guerra), ahora les podemos decir al pueblo ucraniano que perdone a Putin con bellas palabras de paz? . Mientras en el mundo las naciones sean dominadoras de otras siento ser pesimista.
ResponderEliminarPues yo, que soy un obseso de la comunicación desde hace más de 20 años y que he organizado más de 30 cursos con ese contenido siento pensar que ni en el caso de Putin, ni antes en el de Milosevick y secuaces, ni en el de Hitler, etc., etc., tiene nada que ver la comunicación. Más bien el lado negro de estos líderes populistas, con sus afanes imperialistas pero no solo, sus desvíos intencionados de atención hacia sus corruptelas, y sobre todo SU AUSENCIA DE EMPATÍA. SON PSICÓPATAS perversos, mucho peores cuantitativa y cualitativamente que Jack el destripador.
ResponderEliminarY también es culpable el pueblo ruso, por haber votado primero y luego seguir tolerandoa semejante dictador sin rebelarse y derrocarlo.
Tendriamos un mundo mucho mejor con el dialogo, el entendimiento y la empatia, pero desgraciadamente nuestra. Humanidad todavia no ha llegado a ese estado. El poder y dinero esta en los corazones de muchos hombres y tambien la crueldad y el dominio. Afortunadamente tambien han existido hombres y mujeres que trabajan por la paz .Y ya que he mencionado a las mujeres, no se de ninguna que haya llegado al poder y manifieste crueldad en sus comportamiento.
ResponderEliminarA lo largo de la Historia individuos avasalladores e imperialistas han tomado las riendas de naciones. Estos individuos, rodeados de su entorno mafioso, llegan a liderar sociedades formadas en su mayoría por gente buena y pacífica cuya gran culpa sería la pasividad por dejarlos ascender al poder. Cuando esto ocurre, como en el caso de Hitler, Stalin o Putin, la única forma de pararlo es por la fuerza, porque a ese tipo de liderazgos no les convencerán las razones de los demás, ya que no tienen el más mínimo interés en considerarlas.
ResponderEliminarLos ciudadanos debemos interesarnos más por la Política para entregar estas riendas a los mejores (creo que lo sugirió hace años un tal Platón)
Saludos
Manolo Osuna ha escrito:
ResponderEliminarLos pasos de Galtung son un bonito compendio de buenas intenciones, que chocan con la dura realidad.
Evidencia clara en el comportamiento de Putin, y sus secuaces, que utiliza su manifiesta superioridad para someter un país, sin la más mínima causa que lo justifique.
Y se permite amedrentar a la comunidad internacional con el uso de arsenal nuclear.
Nos impresionó la invasion ,por la proximidad geográfica, y por la impunidad total, que se valió.
Y como se saltó a la torera, todos los pasos del sociólogo noruego.
SALVADOR COMPAN ha comentado:
ResponderEliminarDe nuevo te escribo, a falta de pan, con estas tortas del Wassap.
Creo que todo el esfuerzo histórico por la paz (que tan bien resumes; me ha gustado mucho) es alabable y necesario. Hay que seguir en ese empeño porque es el único camino que nos mejora o, más bien, hace que el hombre (y no es una paradoja) sea humano. Civilización, humanismo, logos, frente a la inmensa injusticia criminal de la guerra. Somos palabra o no somos nada, suele decir Emilio Lledó, somos verbo. Principio y final están hechos con la inteligencia del verbo. Aunque la palabra también pueda ser violenta, destructiva, aunque pueda matar el ánimo, estaría siempre a este lado de la frontera, en el lado más sereno y no sangriento, a salvo de la aniquilación definitiva de las guerras.
Pero la historia que cuentas sobre la institucionalización de la paz es una historia de fracaso. Solo hay que pensar en la probada inutilidad de la ONU y su modo autocrático de funcionamiento, sobre todo, por esos pocos países con derecho a veto.
Y luego están los intereses económicos. Ahí está la causa primera (aunque sería mejor llamarla causa eficiente) de todas las guerras. Casi es inútil aclarar que hablo de los intereses económicos de los poderosos, que se ejercen siempre a costa de los débiles según el principio de Arquímedes: todo cuerpo sumergido en un líquido, etc.
En definitiva, Juanlu: sin palabra no hay vida sino la infravida elemental de lo bruto o irracional. Necesitaremos siempre la palabra como última razón, sabiendo que la palabra está casi destinada (en ese “casi” cabe la esperanza) a fracasar una y otra vez ante los intereses de los poderosos, que son la madre de todas las batallas mayores.
Gracias Juan Luis. Es un doble fracaso matar la esperanza con el hiperealismo de la reacción violenta a la violencia. Hay muchas formas de defender la vida y todas necesitan del cultivo de la paz en nuestras co_razones.
ResponderEliminarLa paz quizás sea sostenible si la palabra que se dirige al otro no busca controlarlo, anularlo o dominarlo.
ResponderEliminarLas diferencias con nuestros semejantes generan una tensión. Si ésta no deriva en rivalidad o en pulsión de dominio, abre un intérvalo, una distancia que se transforma en un espacio potencial, espacio en el que está a la vez el yo y el no-yo. Winnicott llamaba a esta distancia entre el yo y los otros, espacio transicional. Es un lugar en el que se crea lo común, lugar para la experiencia cultural.
Si no es posible para el ser humano amar a su prójimo como a sí mismo, quizás le sea posible conocer cuánto es capaz de llegar a desear el mal a su prójimo. Cuán amenazado puede llegar a sentirse frente a la diferencia que el otro representa.
Finalmente, la conversión del semejante en enemigo, siempre deja al yo cargado de buenas intenciones que lo eximen de la responsabilidad sobre su capacidad destructiva.
No sé casi nada de las estrategias políticas internacionales que han propiciado esta guerra, pero es evidente que cuando el conflicto bélico aparece, ha fallado el valor de la palabra como lugar común.
JOSE MARIA ROMERO ha escrito:
ResponderEliminarNo hay caminos para la paz, la paz es el camino, nos dijo Mahatma Gandhi.
El método: la no violencia activa, seguida también en USA por Martín Luther King.
Los principios universales: Los Derechos Humanos.
Presupuestos: Buena fe, conocimiento de los problemas y diálogo.
Finalidad: 1. Que cada ser humano llegue a conocerse a sí mismo y practique en cada instante la armonía entre conocer, sentir y actuar. 2. Cooperación entre todos los individuos de cada núcleo familiar y entre todos los pueblos de la tierra y del universo. 3. Creación de las diversas formas de cultura por parte de las diferencias individuales por razón de edad, sexo, género, religión, condición social…
Francisco Suárez entendía La Paz como un precepto, como una manifestación esencial del amor. La Paz supone para él renunciar a aquellos aspectos que rompan la armonía y, además, La Paz consiste en la armonía de voluntades y por tanto en la unidad de criterios, de fines y de palabras.
Jesús de Nazaret, después de la resurrección saluda y se presenta a los suyos diciendo: La Paz sea con vosotros.
¿Será La Paz el fruto de la resurrección?
Por encima de las naciones está la humanidad (Goethe) Y aun no estamos en esa fase a nivel planetario. Hay intentos, pero falta aun mucho. Mientras tengamos una democracia "pasiva" sin casi participación de los ciudadanos y sometidos al "fascismo" de la tecnocracia y de la economía capitalista. Por otra parte hay una regresión con ideologías de extrema derecha, que hacen pensar a individuos como Putin que pueden actuar como Hitler en los años treinta y que pretende desestabilizar los intentos de una federación Europea y posteriormente mas universal.
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