El uso del término víctima ha evolucionado a lo largo del tiempo. Si en sus comienzos se aplicó a las personas y animales vivos que morían sacrificados en ofrenda a los dioses, más tarde se extendió a quienes sufrían agresiones, accidentes e incluso enfermedades. Tras la segunda guerra mundial, y sobre todo en los últimos tiempos, ha proliferado su adjudicación, multiplicándose los supuestos en los que se aplica: desastres naturales, terrorismo, trata de personas, toda clase de abusos y maltratos, crisis de cualquier tipo,...... El apelativo se ha hecho extensivo a familiares y a plataformas de afectados, con lo que su número se ha incrementado.
En la presentación del Festival de Ideas del Círculo de Bellas Artes, celebrado en Madrid el verano de 2023, su Comisario el filósofo Javier Moscoso manifestó: "Vivimos en una cultura del malestar que ya no está ligada al sentimiento de culpa, sino al contrario, al orgullo de la víctima". ¿Está funcionando la designación de víctima como una nueva y reputada identificación para los damnificados? Y al aplicarse en ocasiones a todo un colectivo ¿podría suponer esto un menoscabo de la singularidad de cada una de las personas afectadas?. Existe también el riesgo de favorecer una ubicación pasiva de los así designados, que pudieran estar más pendientes de la denuncia y la reparación, que de otros posibles cuestionamientos. Esta actitud de pasividad se incrementa cuando, como en ocasiones de catástrofes colectivas, los psicólogos voluntarios no operan favoreciendo que las víctimas formulen una demanda, sino que acuden directamente a prestar una ayuda no solicitada de modo explícito.
Se entiende por victimismo la tendencia a culpar a los demás de las desgracias de uno mismo. Procede con frecuencia del mecanismo de defensa freudiano de la proyección, por el que se atribuye inconscientemente a los otros aquel mal que no se acepta como propio. De este modo se produce una especie de deformación pesimista de la realidad que ajena a la responsabilización, impide la autocrítica y se concentra en lamentos que buscan sobre todo compasión. Constituye una parte de lo que ha venido en llamarse la cultura de la queja, que no solo es ajena a un auténtico deseo de cambio, sino que le interesa sobre todo sacar beneficios del mal sufrido. En definitiva estamos ante un disfraz o una impostura de la condición de víctima.
Ya en el siglo VI antes de nuestra era, el gran maestro Buda hablaba de lo inevitable del dolor en la vida humana. En "la sociedad paliativa" actual (Biung Chul Han, 2021), hemos desarrollado una gran intolerancia al dolor que ha hecho crecer el número de supuestas víctimas. Las frustraciones, conflictos o pérdidas, que inexorablemente sufrimos, podrían convertirse en argumento para reclamar el lugar destacado que esta sociedad otorga a la condición de víctima." Una consecuencia de este empuje a la victimación es la desresponsabilización generalizada" escribe la psicoanalista M.Fernanda Martinez.
Según el Diccionario Espasa de la lengua española víctima sería quien sufre un daño personalizable por caso fortuito o culpa ajena. La empatía con quienes sufren esta verdadera condición de víctima, mueve a los humanos a proporcionarles asistencia con el fin de compensarles o aminorar el daño sufrido. Habrá siempre en todo caso que favorecer que la víctima pueda, de algún modo, hacerse cargo de lo que le ha sucedido, tomar la palabra y buscar una posición ante su situación. El objetivo de ayuda sería entonces contribuir para que la víctima, contando con su dolor y protesta, alcance un posterior efecto subjetivo de aceptación y el consiguiente acuerdo consigo misma
¿ Y TÚ QUÉ PIENSAS ?.
MARA GARCIA ha comentado:
ResponderEliminarUn termino muy extendido hoy en Inteligencia emocional para referirnos a personas que culpan a todo lo exterior de sus problemas y eximiendose de su responsabilidad.
Pienso q hoy abunda el victimismo porque la sociedad carece de responsabilidad. Cada uno se siente víctima de las actitudes del otro, nunca se responsabiliza de los hechos pr.opiod. Asumir los propios errores es más difícil y duro q echarle la culpa a otro. En mi opinión el victimismo es una actitud cobarde que además perjudica seriamente a los acusados. Ser responsable es , en mi opinión, la única forma de delimitar a las verdaderas víctimas
ResponderEliminarJAVIER Profesor ha comentado:
ResponderEliminarEn los años pasados entre jóvenes (35) , fue creciendo la opción de justificar lo que nos pasa a través de planteamientos con soporte lingüístico. Tengo distimia, estoy deprimido, me tratan como un niño,..Ser una víctima es estar afectado por una situación dramática no deseada, impuesta por los daños colaterales de los que se empeñan en darnos lecciones de tener la verdad entre sus pistolas.
Ojalá crezca entre los miembros de esta sociedad nuestra el compromiso de respetar a los demás sean como sean, y piensen lo que piensen
ANTONIO ROCHE Editor comenta:
ResponderEliminarComo siempre,el texto propuesto por el moderador ,es muy provocador y sugerente .
El “ signigicante víctima “ implica interpretaciones muy diversas y de - en mi opinión- muy diversas .Las hay desde un sentido de algún modo “rechazable por la sociedad “ : el “ victimismo “ muy utilizado en nuestros días en reivindicaciones de carácter político y social ( se aplica para definir posiciones de los nacionalismos y de reivindicaciones sociales entre organizaciones que se sienten agraviadas ) hasta - en un sentido más preciso - en situaciones muy concretas de sociedades ,seres humanos ,maltrato animal,etc. cuando no en casos más concretos de accidentes ,catástrofes ,Genocidios,guerras o tantas y tantas calamidades que suceden en nuestro mundo .
En casi todos los casos estas “víctimas “ nos mueven a la solidaridad y remueven las conciencias dormidas de los más distantes ( geográfica o socialmente).En otros casos contribuyen a distanciarse por ver en ello cierto victimización.
En la iglesia católica se dice “ víctima propiciatoria “ al referirse a la obra salvifica de Cristo - Jesús .
En resumen.La propuesta de este mes la consideró de gran interes pero también muy abierta y sugiero acotarla en aras de in mejor análisis .
Gracias 🤩
MANOLI CAÑADAS Médica ha comentado :
ResponderEliminarComentario al victimismo:
En las parejas creo que es uno de los casos más frecuentes de la práctica del victimismo . Aunque no soy sicóloga, creo que todo proviene de no asumir nuestra propia responsabilidad en asumir nuestra participación en generar conflictos en la pareja y echarse la culpa al otro/a.Tenemos que aprender a asumir nuestras equivocaciones, siendo honrados con nosotros mismos.Asi se evitarían muchos conflictos.
Es verdad que el tema es amplio y los enfoques son múltiples, pero generalizando están las víctimas que asumen y encajan el trance y siempre salen reforzados en su vida y las personas que se enquistan , no superan la situación y se ven abocadas al mantenimiento de una situación anómala que frecuentemente involucra a otras personas en su proceder. Personalmente esta reflexión me va a ayudar en mi quehacer diario (médico de familia) donde me enfrento a muchas personas enquistadas en su posición de víctimas para poder comprenderlas mejor e intentar ayudarles a superarlo y si no puedo, a saber distanciarme emocionalmente .
ResponderEliminarGracias.
ESTÁN SOBREVALORADAS LAS VÍCTIMAS ?
ResponderEliminarEl amplísimo contenido de la palabra víctima hace que no se pueda hablar de sobre o infra valoración de las víctimas.
Si nos vamos a nuestro entorno diario, las víctimas de las guerras (Ucrania, Gaza, otras) o de la violencia de género están incluso infravaloradas, por acostumbramiento a esa barbarie diaria. Y eso mismo le pasa a las víctimas no mediáticas, por desconocimiento.
Por el contrario, las autodeclaradas, como ocurre con los casos políticos o con los victimistas, suponen un abuso del término como mecanismo de defensa.
Mientras leía el artículo me estaba acordando de la sociedad del bienestar, de la sociedad de los derechos, de los populismos reinantes, de los gobernantes desorientados y encontraba el victimismo exagerado que padecemos una especie de contrapunto o contrapeso y como la respuesta a ese tipo de sociedades modelo dificiles de conseguir.
ResponderEliminarMIGUEL GARRIDO Profesor de la Facultad de Psicologia de Sevilla.
ResponderEliminarBuenos días Juan Luis. A pesar del calor tenemos que combatir nuestra tendencia a la “victimización”. Cuantas interesantes sugerencias para un tema que nos toca de lleno. Nuestra cultura andaluza muy asentada en la queja y en la protección interesada de los políticos de turno nos pone en el filo de la dependencia. Cuando decías con palabras de Javier Moscoso que vivimos en una cultura del Malestar, me acordaba de la fantástica obra de Freud, El Malestar en la Cultura. Y también recordaba desde la clínica los denominados “beneficios secundarios de la enfermedad”. En 25 fichas del padrón de mi pueblo aparecía en la búsqueda que hice para mi tesis: profesión: parado. Eso me dejó pensando mucho tiempo en la llamada Indefensión Aprendida de Seligman. Como puede una persona llegar a pensar que su profesión es ser un parado. Todo lo que has escrito podría resumirse en esta anécdota. “La víctima que llega a tener orgullo de su situación y así se dificulta responsabilizarse, hacer algo y tener esperanza en el cambio. Muchos de los enfados contrateansferenciales mas complicados en nuestra profesión como psicoterapéuticas están sostenidos en la actitud pasiva de muchos pacientes. Es curioso que en el mundo que vivimos es muy común que la estrategia más usada sea culpar a los otros de nuestras desgracias, desesperanzas e ineficacias. Y no digamos en la forma en que se está tratando el tema de la violencia de género. En mi opinión falta una perspectiva relacional si quitar un ápice de la responsabilidad del hombre violento. Los discursos excesivamente lineales conducen a veces la “victimización” y la no responsabilidad. Esto da mucho para pensar sobre todo ahora que con los calores aumentan las víctimas. A fin de cuentas el tema es delicado porque víctimas las hay y muchas en diversos contextos… pero hay que ampliar las perspectivas para que las mismas víctimas no se anclen en el orgullo y puedan defenderse mejor. Seguimos como seres humanos ampliando nuestra “complejidad” para tener más recursos para el cambio.
Un abrazo.
Miguel Garrido F
En mi práctica como pediatra hospitalario pude vivir varios casos de "síndrome de Muchansen por poderes."Pienso que es la forma más cruel de victimismo. Víctima el niño al que se somete a multitud de pruebas innecesarias y agresivas.Falsa víctima la madre que busca la compasión de los demás como " madre sufriente"
ResponderEliminarCRISTINA desde la rebotica de su farmacia comenta:
ResponderEliminarMe gustaría comentar que me parece que los dos temas "falta de responsabilidad" y "victimismo" están muy relacionados. Yo observo con preocupación cómo se echa con demasiada facilidad la culpa a otro de nuestros errores (al sistema, al partido político opuesto, al organismo o administración inferior o superior, al otro departamento de la empresa...) en un intento demasiado frecuente de eludir la responsabilidad sobre nuestros actos o en nuestro propio trabajo. Yo tengo muy claro que soy la última y mayor responsable de todo lo que pasa en mi farmacia, y si hay algún error de un empleado, yo soy la que debo asumir la responsabilidad, pedir excusas y solucionarlo. Ese es el sentido de la jerarquía, yo he elegido a las personas que trabajan conmigo y por tanto soy en gran parte responsable de sus actuaciones.
Creo que debería ser así en todos los casos, por supuesto, también y aún más, en la política, donde las decisiones nos afectan a tantos. Por desgracia lo que vemos a diario es lo contrario. Yo "pobre jefe" soy una víctima de los errores de las personas que he elegido para desarrollar una responsabilidad. Por favor! Es una actitud infantil e irresponsable de gente que no tienen la capacidad, ni la formación, ni la valentía, ni el sentido del honor necesarios para ocupar los cargos que ocupan y a los que se aferran con uñas y dientes. Y ahí viene "el victimismo" como herramienta para eludir sus responsabilidades. Si la culpa es de otro, yo soy la víctima. En fin, por suerte, creo que esa actitud es tan evidentemente falsa que cada vez son menos las personas que la aceptan.
VICTORIA NARANJO Auxiliar de Enfermería comenta;
ResponderEliminarCONSIDERO SEPARAR, VÍCTIMAS DE VICTIMISMO.
PARA MÍ LAS VÍCTIMAS SON AQUELLOS NIÑOS, O NIÑAS MALTRATADOS EN SUS PROPIOS HOGARES POR SUS PROGENITORES HASTA LLEGAR A SU ADULTEZ.
LA MALA CONVIVENCIA Y EL DESAMOR CAUSAS PRINCIPALES DE SER VÍCTIMAS INOCENTES.
MAS, GENOCIDIOS, GUERRAS, HAMBRUNA, MISERIAS ETC.
EL VICTIMISMO SEA EN EL PLANO PERSONAL O, EN AQUELLAS SOCIEDADES DONDE LOS INDIVIDUOS INSOLIDARIOS MIRAN SOLO POR SUS DERECHOS PROTECCIONISTAS QUE CREEN
FALLIDOS.
CULPAN SIEMPRE A LAS ADMINISTRACIONES DE SUS PROPIAS NEGLIGENCIAS .
SON PERSONAS Y ENTIDADES QUIENES EXPLOTAN SU VICTIMISMO COMO ARMA POLÍTICA ENTRE OTRAS MUCHAS COSAS.
DISTINTOS SON AQUELLOS COLECTIVOS QUE LUCHAN POR MEJORAR LA VIDA DE LOS MAS EMPOBRECIDOS.
En el Proceso Asistencial Integrado Ansiedad-Depresión-Somatizaciones ya se advierte sobre la psiquiatrización y psicologización del sufrimiento humano. En las consultas de salud mental asistimos con bastante frecuencia a una demanda de atención por sufrimientos normales -e inevitables- de la vida cotidiana, evidenciándose un extendida insuficiencia de la población respecto a la tolerancia al malestar y, más allá, en el funcionamiento de la mente y las relaciones saludables consigo mismo y con otras personas. Creo que convendría una educación psicológica general de la población desde edades tempranas en el ámbito escolar -en donde las materias formales ocupan buena parte del currículo, también en espacios socio-comunitarios para madres y padres, y parejas recién constituídas y otras con proyección de vida conjunta.
ResponderEliminar